¿Cuándo fundó Playspace?
Fue en 2011, junto a Mola, incubadora y aceleradora de proyectos, con el objetivo de convertirse en un referente internacional de juegos de toda la vida.
¿Cuál es la actividad principal de Playspace?
Playspace desarrolla y comercializa videojuegos tradicionales y sociales para dispositivos móviles, enfocándose en los juegos clásicos de cada país o región. El modelo de negocio es "freemium", mediante el cual los jugadores pueden jugar de forma gratuita y pagar por contenido adicional, tiempo o progreso mediante monedas virtuales.
¿Cuáles son los juegos online que se pueden practicar a través de Playspace?
Nuestra estrategia es desarrollar juegos clásicos para cada país o región, como podrían ser el juego del parchís para España, el ludo para Latinoamérica o el buraco para Brasil, así como también juegos más internacionales, como podrían ser el dominó o el bingo. Nuestros juegos más populares son el parchís y el bingo, ya que son juegos muy conocidos en España.
"Para sectores como el nuestro, con la pandemia ha habido un incremento de la demanda, fruto del aumento del uso de Internet y la digitalización"
¿Cuál sería el siguiente paso previsto?
Nuestro objetivo es desarrollar juegos de otros países que nos permitan potenciar la expansión internacional. Así, actualmente estamos desarrollando, por ejemplo, el juego del ludo, que es un juego similar al parchís, pero con otras reglas. Se trata de un juego muy popular en Latinoamérica y en Asia.
A veces, la palabra "juego" tiene una connotación negativa...
Cuando existe un cierto desconocimiento o se usa un término tan genérico como "juego" para definir muchas cosas distintas, es normal que ello nos afecte a todos de una forma u otra. El hecho mismo de llamar "juego" a los juegos de apuestas genera una sensación de meter a todo tipo de juegos en el mismo saco para alguien que no entienda. En España a todo le llamamos "juego", mientras que en el Reino Unido, por ejemplo, separan los conceptos de "gaming" y "gambling".
¿Podría decirse que ustedes quieren romper también con ese prejuicio o etiqueta?
En Playspace desarrollamos juegos de toda la vida donde no se apuesta dinero ni se genera dinero jugando. ¿Quién no ha jugado con sus abuelos al parchís, ha hecho una partida de bingo en familia en Navidad o ha pasado la tarde jugando al dominó o al mus? Playspace es "gaming", y, por suerte, a día de hoy han nacido organizaciones como AEVI o DEV, que representan tanto a la industria como a las empresas y ayudan a organizar la información y representación de cara a las instituciones.
"Nuestra estrategia es desarrollar juegos clásicos para cada país o región"
¿Cómo se le ocurrió poner en marcha una iniciativa de estas características?
Hace diez años nos dimos cuenta de que en el sector del videojuego existía un hueco de mercado en cuanto a este tipo de experiencias de juego tradicional. Detectamos que existían juegos similares, pero en ninguno de ellos jugabas con tus amigos de verdad. El éxito de redes sociales como Facebook o Tuenti nos permitió explotar el modelo social de juegos tradicionales y conseguir jugar contra tu amigo de clase en lugar de contra un desconocido de otro país.
¿Cuál es la plantilla actual de Playspace?
Actualmente, somos 45 personas trabajando en remoto y hemos hecho la transición a una empresa "full remote". A pesar de que la mayoría de la plantilla es de Mallorca, el teletrabajo nos ha permitido contratar a compañeros de toda España. Nuestro próximo reto en cuanto al teletrabajo es abrir fronteras y poder contratar en el extranjero.
¿Es complejo el teletrabajo en un entorno laboral de carácter digital?
Desde luego. El teletrabajo supone un cambio cultural y, como ocurre con cualquier cambio cultural, se requieren unos dos años de transición e involucración de todos los compañeros para conseguirlo. De hecho, a pesar de que nos consideremos una empresa "full remote", seguimos mejorando nuestros procesos y organización cada día. Se trata de una mejora constante en la que todos los miembros de la organización han de participar.
"El teletrabajo supone un cambio cultural y, como ocurre con cualquier cambio cultural, se requieren unos dos años de transición"
¿Cómo están siendo estos últimos años desde el punto de vista económico para su empresa?
Los años 2020 y 2021 no han sido iguales para todos los sectores. En algunos sectores, como por ejemplo el nuestro, ha habido un incremento de la demanda, fruto del aumento del uso de Internet y la digitalización. Aun así, por lo que respecta a 2021 y también a 2022 en estos seis primeros meses, se está viendo cómo todo está volviendo a su cauce natural. A pesar de ello, estimamos cumplir con los resultados esperados para este año.
¿Qué ventajas les reporta ser miembros de Asima Jóvenes?
El hecho de que seamos una empresa digital y remota, hace que únicamente nos conectemos con compañeros de nuestro sector. Asociaciones como Asima Jóvenes nos permiten estar conectados con otras industrias con las que, de lo contrario, sería muy difícil conectar.
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