Existen barriadas de Palma que, según sus vecinos, se encuentran casi abandonadas por la dejadez del Ajuntament de Palma en ejecutar las infraestructuras necesarias para el disfrute de los vecinos. Una de ellas es Son Gibert donde los vecinos llevan años lamentando que Cort les haya dejado de lado y que, pese a las múltiples carencias, continúan a la espera de que el consistorio atienda sus demandas, en especial en relación con la limpieza, infraestructuras básicas y actividades deportivas.
Son Gibert colinda con el barrio del Rafal Nou, aunque dispone de su propia idiosincrasia vecinal. Esta zona, según una nueva denuncia vecinal, se encuentra absolutamente abandonada con múltiples carencias en especial en actuaciones que beneficien a los ancianos y los más pequeños.
En concreto y siempre según esta queja vecinal, el estado de la aceras es lamentable lo que perjudica especialmente “al alto número de vecinos que tienen diferentes minusvalías físicas y que no pueden pasear tranquilamente por las aceras”. A este problema hay que añadir, siempre la denuncia vecinal, la existencia de numerosos trastos abandonados en las inmediaciones de los contenedores que, al igual que los residuos, no son recogidos por Emaya: “Llevamos tres semanas sin que nadie recoja la basura ni los trastos”, subraya la vecina, que añade que “hemos llamado al departamento de quejas del Ayuntamiento de Palma pero hasta la fecha no han hecho nada de nada”.
Por si estas carencias no fueran suficientes, otra de las quejas vecinales llega por el lamentable estado que ofrece el parque de Son Gibert, especialmente en su área infantil y en la zona deportiva, donde según los vecinos, la dejadez es notoria con basura por todas partes, fuentes de agua invadidas por las hierbas, canastas en mal estado y la presencia de ratas por la noche.
Por todo ello, los vecinos exigen que, de una vez por todas, el Ayuntamiento de Palma ponga todos los medios para arreglar todos los desperfectos existentes y adecentar esta zona vecinal que, según algunos vecinos “parece tercermundista”.