La Policía Local de Palma ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de Menores el caso de una mujer de 42 años que dejó a su hijo encerrado en su vehículo con la intención de marcharse de copas a un bar cercano, situado en el barrio palmensano de es Vivero. El menor fue rescatado en pleno shock nervioso y con signos de haberse orinado encima.
Una mujer de nacionalidad española y de 42 años de edad deberá responder ante la Fiscalía de Menores por haber dejado encerrado a su hijo de 10 años, a altas horas de la madrugada, en un vehículo estacionado en la calle Baltasar Valentí, en Palma. Según consta en el informe de los agentes de la Policía Local que se personaron en la zona, alertados por una llamada anónima, la mujer fue hallada en una cafetería situada a escasos metros, en la barriada palmesana de es Vivero, con signos evidentes de embriaguez.
Según el atestado policial, cuando los agentes llegaron junto al vehículo se encontraron con que el menor estaba siendo víctima de un profundo shock nervioso. Sin embargo, los efectivos de la Policía Local no pudieron evacuarle inmediatamente del vehículo porque su madre había dejado las puertas bloqueadas, de tal manera que tuvieron que esperar a localizar a la conductora y ordenarle que accionara el dispositivo de apertura.
Este período de espera se prolongó por espacio de una media hora, período durante el cual, según el testimonio de los agentes, el menor no dejó de chillar y llorar. De hecho, cuando al fin pudo salir al exterior, el niño presentaba indicios claros de haberse orinado encima, además de una importante congestión en el rostro por no haber dejado de llorar durante todo el tiempo que permaneció en el vehículo.
NO TENÍA NINGÚN LUGAR DONDE DEJAR AL MENOR
La Policía Local ha hecho referencia también a la actitud de "aparente despreocupación" que adoptó la mujer cuando los agentes le reprocharon que hubiera dejado a su hijo retenido. Según comentó a sus interlocutores, había obrado de esta manera porque tenía que salir de casa y no disponía de ningún lugar donde dejar al niño, asegurando, además, que ella misma se había ocupado de comprobar, cada 10 minutos, que el menor se encontraba en buenas condiciones. No obstante, el informe policial señala que durante la media hora en que los agentes custodiaron el vehículo donde se hallaba retenido el niño, la mujer no hizo acto de presencia.
La incidencia tuvo lugar en este punto de la barriada de es Vivero, sobre las 2 de la madrugada. La madre del pequeño fue localizada por los agentes en un bar situado en la plaza de Crist Rei, que colinda con una iglesia parroquial. Testimonios recabados por los efectivos policiales apuntaron que ésta no había sido la primera vez que esta mujer había protagonizado este tipo de comportamiento.
Dado su estado de embriaguez, la Policía Local no permitió que la conductora se pusiera al volante del coche, por lo que tuvo que regresar a casa junto a su hijo en un taxi.