¿Cómo está el pueblo ahora mismo?
Ahora mismo se está iniciando un proceso de normalización relativa, porque todavía hay muchas casas vacías; hay vecinos que todavía no ha podido volver, las hay que se están tirando y hay otras que se están amueblando con mobiliario cedido en solidaridad o comprado a través de las subvenciones que se están dando, tanto desde el ayuntamiento como del Govern, con lo que, hoy por hoy, podemos hablar de una "normalidad relativa", por llamarlo de alguna manera.
¿Cómo se ha vivido toda esta tragedia?
Las imágenes que se han visto en los medios de comunicación, tanto en televisión como en prensa, aun siendo muy explícitas e impactantes, creo que no pueden reflejar la verdad absoluta. Hay gente que ha venido y ha visto la situación 'in situ' desde los primeros días y se sorprendían de que las imágenes que habían visto no reflejaban la realidad que pudieron comprobar, imagínese como fue. La situación fue muy dramática y cada día nos vamos enterando de más cosas que sucedieron; desgraciadamente ha habido 13 personas fallecidas, pero hubo muchas, muchas otras, que estuvieron en una situación de peligro extremo y de eso nos estamos enterando ahora, cuando la gente está comenzando a contar lo que vivió. Cuando los vecinos se acercan al ayuntamiento a la ventana única que hemos habilitado también aprovechan para hablar y 'vaciarse' de alguna forma, por lo que conocemos historias nuevas cada día.
La tragedia ha dejado patente la fortaleza de los vecinos y la solidaridad de una isla...
Creo que no es posible saber de lo que es capaz de dar o resistir el ser humano hasta que pasa por algo como esto. Ya no sólo físicamente, sino también psicológicamente; la lástima es que debamos vivir experiencias tan dramáticas como estas para comprobarlo. Para la gente que lo ha padecido esta sensación de colaboración y de solidaridad tan 'excesiva' en algunos momentos difícilmente se podía pensar que llegara a este extremo, por tanto, creo que, a pesar de lo que ha pasado, existe un sentimiento de agradecimiento de todo el pueblo hacia esta gente que ha colaborado tanto.
¿Pensaron o llegaron a imaginar que toda Mallorca se volcaría con Sant Llorenç?
Todo paso en cuestión de horas y no tuvimos tiempo de pensar nada; no pudimos hacer un proceso de reflexión para pensar en lo que pasaría después, pero de todas formas no pensamos nunca que habría esta respuesta tan universal en este sentido.
AEMET resolvió este pasado jueves que los protocolos de previsión se activaron cuando tocaba, pero también urgió a poner más medios para detectar fenómenos como los acaecidos el día 9. ¿Qué piensa usted?
La verdad es que tengo muy poco tiempo para ir siguiendo las evoluciones de quién está trabajando en resolver esto, pero parecer ser que sí, que este tipo de fenómenos son muy muy difíciles de prever. La cantidad de litros por metro cuadrado que cayeron, al parecer, son muy complicados de prever con los sistemas con los que actualmente se trabaja... no lo sé; tendremos tiempo de reflexionar sobre todo esto y espero, y sé que se está haciendo, que desde la administración se revisen todos los protocolos, porque tanto meteorólogos, como geólogos como hidrólogos nos están advirtiendo que estamos ante un proceso de cambio climático indudable. Mire, un vecino me contaba que en las montañas que tenemos detrás del pueblo y que se quemaron hace unos años la vegetación no ha crecido todavía tanto como para poder hacer de barrera ante el agua... pero una cosa es clara: la situación que vivimos el día 9 fue una situación tan excepcional que ninguna medida preventiva hubiera parado prácticamente nada. Ahora, también le digo que debemos ser capaces de, en otra situación, aunque no sea tan grave como esta, estar preparados, aunque entendemos que, científicamente, esta era muy muy difícil de prever.
¿Han echado en falta algo todos estos días, en cuanto a necesidades que pudieran tener los vecinos?
Rotundamente no. No hemos echado nada en falta y si en algún momento hemos fallado ha sido por no poder atender a toda la gente que quería venir a ayudar y no ha podido porque no la podíamos atender. Me refiero a todos, voluntarios y medios de comunicación, que, por cierto, nos hemos dado cuenta de que hay muchos medios de información, no sabíamos que hubiera tantos y lástima que hayan tenido que venir en una situación como esta. Sentimos que nos haya faltado tiempo para poder atender a todos los que han venido al pueblo y poder coordinar las ayudas que nos brindaban al tener el pueblo colapsado; el tiempo es lo único que hemos echado en falta.
Como alcalde, ¿cómo vive esos primero momentos, esas horas y esos primeros días tras la ‘torrentada’?
No eres consciente del impacto a nivel emocional hasta que ya ha pasado todo y por tanto actuamos de una manera intuitiva y no reflexiva en los primeros momentos, pero creo que en situaciones como estas la improvisación es un factor a tener en cuenta ya que no podemos tener todo bajo control y no lo vamos a tener nunca, con lo que deberíamos estar preparados para situaciones imprevistas y de improvisación, en todos los aspectos de la vida. No todo sucede como crees que va a suceder.
Su 'papeleta' ha sido más bien complicada...
No me gusta hablar en primera persona. Todo el personal del ayuntamiento, tanto los regidores como el equipo de la oposición, hemos hecho lo que hemos podido; todos se han dejado la piel estos días y ya no le cuento lo que han vivido, primero, los que han perdido a un familiar y segundo los que han perdido la casa con todo lo que había dentro. Hemos actuado según creímos que era nuestro deber y si no lo hemos hecho todo bien es porque no hemos sabido hacer mejor.
Como ser humano, ¿qué sensación le queda tras haber vivido todo esto?
Después de haber vivido estas circunstancias la sensación que me queda es que la vida de una persona, de una familia o de un pueblo entero puede cambiar en cuestión de media hora. No sé hasta qué punto es conveniente tenerlo en mente porque no creo que sea bueno estar en una posición de alerta, de riesgo de manera constante, a vivir con ella me refiero, pero es una de estas casualidades, o, mejor dicho, causalidades del ser humano.
¿Se puede extraer algo positivo de todo esto? ¿Es posible aprender algo de lo vivido?
Hay una lección que desgraciadamente hemos aprendido: la fuerza y la generosidad de la gente es mucho mayor de lo que nos podemos llegar a imaginar. Ese es el titular que extraigo de todo lo vivido y que muchas familias siguen viviendo por desgracia.
¿Cómo está funcionando el sistema de ayudas?
En los primeros días hubo un poco de colapso, como era previsible. Hemos ampliado el tiempo que dedicamos a la atención de cada vecino porque nos hemos dado cuenta de que las necesidades son muchas. Hay mucha gente a la que le faltan documentos porque los ha perdido en la riada y también hay gente que necesita hablar; aunque se está haciendo un gran trabajo en cuanto a psicólogos se refiera, la gente necesita desahogarse y cuenta a los trabajadores sus experiencias, con lo que están haciendo un curso de psicología intensivo sin tenerlo en mente.
¿Cómo se vuelve a la normalidad?
Será muy difícil llegar a un estado de normalidad absoluta; hay una cierta normalidad que el día a día te empuja a tener, con lo que lo único que podemos esperar es, poco a poco, volver a la realidad cotidiana lo antes posible. Desde la administración tenemos la obligación de garantizar que eso sea posible. Además de las casas, debemos poder tener el pueblo con iluminación, las calles deben estar limpias y debemos poder volver a la normalidad poco a poco.
De camino hacia aquí una señora ha relatado que, en un primer momento, hubo vecinos que no fueron a pedir ayuda. Es decir, no quisieron pedir mantas, ni comida y no lo hicieron por vergüenza...
Sí. Nos dimos cuenta de eso y por eso comenzamos a repartir puerta a puerta. Hubo gente que ni por asomo se hubiera imaginado estar viviendo una situación así; en media hora lo habían perdido todo y pasaron de tener la nevera llena a no tener ni siquiera nevera... gente que lo tenía todo lo perdió en una noche y eso es difícil de asumir.
¿Necesitan más ayuda hoy por hoy? ¿Están cubiertas las necesidades básicas?
Ahora mismo no necesitamos nada más, quizá lo único serían pintores en un par de semanas porque de momento no se puede pintar ya que está todo mojado, aunque si necesitásemos algo lo haríamos saber a través del ayuntamiento y estamos seguros de que, si necesitamos 10, tendremos 20.