Incendia la casa de su suegro mientras había gente durmiendo

La investigación se inició a mediados de agosto, cuando el perjudicado denunció un incendio provocado en el jardín de su vivienda, ubicada a las afueras de la capital balear.

Días después, el propietario del domicilio denunció que unos desconocidos habían accedido a su vivienda cuando en el interior se encontraban su hijo y su yerno, y que habían intentado provocar otro incendio después de depositar un cuchillo de grandes dimensiones.

El denunciante contó al cuerpo policial que había recibido un mensaje por parte de un supuesto abogado a través de una red social, quien le indicaba que tuviera cuidado porque en su zona se podían producir incendios.

Los hechos se fueron repitiendo los días siguientes con intrusiones en la vivienda por parte de desconocidos, así como daños provocados en el interior de la propiedad, donde los sospechosos dejaron notas manuscritas con una serie de inscripciones.

En el último incendio, que se produjo el pasado 22 de agosto mientras los moradores dormían en la vivienda, tuvieron que intervenir los bomberos y la policía. En un principio se habría iniciado desde el exterior de la misma.

El grupo de la Policía Judicial se hizo cargo de la investigación y, tras diversas gestiones, averiguó que el último incendio se había iniciado desde dentro de la vivienda y que, por lo tanto, lo había provocado alguno de los cuatro moradores que se encontraban en ella.

Además, los agentes analizaron varios fotogramas que se habían aportado en la denuncia, en los que se veían a dos personas en el interior de la vivienda, si bien estas imágenes no correspondían a las grabaciones de las cámaras de seguridad, por lo que se habían manipulado.

Los policías sospecharon del novio e la hija del denunciante, quien fue citado ese miércoles en la comisaría. Ante los indicios recabados, el hombre reconoció haber provocado el último incendio, haber depositado papeles quemados en la ventana y haber manipulado los fotogramas.

Por ello, el hombre fue detenido como presunto autor de un delito de incendio provocado, coacciones, amenazas, daños y desórdenes públicos.

Desde la Policía Nacional han apuntado que no hay un móvil concreto, ya que no existen desavenencias ni conflictos de convivencia entre el denunciado y el resto de familiares.