
Palma cada vez necesita menos agua para colapsarse por un episodio de lluvia. La de este viernes fue una lluvia intensa, una tormenta, acompañada por leves episodios de viento. Eso bastó para
levantar alcantarillas, hacer caer estructuras metálicas, derribar árboles y convertir las principales arterias de la ciudad en lugar intransitables, con la ciudad llena de propios y turistas y en un horario tan crítico como son las ocho de la tarde (20.00 horas).
Barriadas enteras y el centro de Palma sufrieron los efectos de la primera de las tormentas anunciadas para este fin de semana en Mallorca y Menorca por AEMET Balears.