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“Tu sonrisa, nuestra felicidad”, una nueva forma de plantarle cara al cáncer de mama
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“Tu sonrisa, nuestra felicidad”, una nueva forma de plantarle cara al cáncer de mama

jueves 29 de agosto de 2019, 07:00h

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"La enfermedad llega sin avisar y toda tu vida cambia de golpe". Los miedos, las dudas y la pérdida de autoestima afloran desde el minuto uno, pero ahí están ellos, “Tu sonrisa, nuestra felicidad”, para que ninguna mujer con cáncer de mama en Mallorca se sienta sola. Pili, Marga, Cheche, Cristina, Robert y Miguel Ángel se sientan con mallorcadiario.com para explicar la labor de esta joven asociación, clave en un momento crucial en las vidas de estas mujeres.

'Tu sonrisa, nuestra felicidad' está compuesta por un grupo de empresas privadas con un objetivo en común: acompañar a estas mujeres y brindarles una serie de servicios y tratamientos médico-estéticos para que se sientan mejor con ellas mismas. “Esta enfermedad te quita muchas cosas, entre ellas, una parte femenina fundamental: el pelo. Yo tenía una melena muy larga y bonita, y despedirme de ella me costó muchísimo” cuenta Marga.

Pili Pérez es la directora y a la vez, una más del grupo ya que también padece cáncer. Ella es quien evalúa a las mujeres que se interesan por el programa, queda con ellas, conoce su informe médico y su estado y a partir de ahí, las introduce en la rueda de servicios. “Cada una es un mundo. Hay quien requiere de un osteópata, quien necesita un fisio o simplemente un tratamiento de belleza”.

Pedro además de tratamientos, la asociación aporta un apoyo fundamental en un momento extremadamente duro. Todas coinciden en que el anuncio por parte de los médicos es "frío" y nadie ofrece ayuda psicológica para asumirlo y sobrellevarlo. “El hospital tampoco tiene los medios. Quizás alguno de los profesionales quisiera hacer algo más al respecto pero en la sanidad pública sólo disponen de cuatro minutos para cada paciente”, explica Cheche, una de las mujeres que participan en este programa. "Así es imposible que te den una noticia de esta envergadura como toca".

El proyecto, que empezó hace dos años en Sevilla, va creciendo en Mallorca y ya son más de 40 mujeres las que se han subido al tren. Marga conoció la asociación a través de Facebook, se puso en contacto con Pili y asegura estar cien por cien agradecida. “Lo que hacen en ‘Tu sonrisa, nuestra felicidad’ no lo hacen en ninguna otra asociación de España. Es increíble cómo nos tratan y cómo nos hacen sentir”. Cheche los conoció a través de la recomendación de Marga y a Cristina se lo recomendó una mujer que conoció en un curso de motivación en el que explicó su enfermedad.

A diferencia de otras asociaciones, las mujeres que se ponen en contacto con “Tu sonrisa, nuestra felicidad” no deben abonar ninguna cantidad, “sólo han de tener ganas de venir a todos los sitios y eso es lo más bonito”, afirma Pili.

“Quedamos y nos reímos de todo, nos olvidamos de los problemas, de que tenemos que ir al hospital. De verdad que nos sacan la sonrisa”, asegura Marga.

Miguel Ángel, su fundador, explica que realizan un sinfín de actividades que van desde desfiles benéficos a rutas de senderismo con perros o quedadas en hoteles para charlar y simplemente “echarse unas risas”.

La asociación lleva un año en funcionamiento en la isla y ya ha ganado el apoyo e interés de grandes empresarios y colaboradores de diferentes sectores que han querido aportar su pequeño granito de arena. Peugeot Psa Retail Palma, Restauracion Mallorca, Hiper Mueble, Oh Palma, Balaguer, Tiendas Beds, MCM estética, Centro Infinity, Carmen Amengual, La esencia y Robert Brown, son algunos de ellos. Además, la oncóloga de Quirón Pilar Maria Miragaya o el Doctor Miguel García Antón, colaboran desde el Comité médico y estético de la asociación.

En cualquier caso, los particulares también pueden echar una mano, sea ofreciendo servicios o aportando fondos.

Robert es uno de los colaboradores. Él es osteópata y ofrece sus servicios para aportar una mejor calidad de vida a estas mujeres. “Yo soy mi propia empresa. No puedo aportar dinero, pero sí mi trabajo, mi cariño y mi comprensión. Si abres ese abanico, hay mucha gente dispuesta a hacerlo”, concluye.

Sólo hace falta tener ganas de ayudar.

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