COMERCIO

Gori Jaume es, a sus 29 años, uno de los miembros de la cuarta generación de Almacenes Femenías, empresa familiar que data de 1936. Graduado en Periodismo y Publicidad por la Universidad CEU San Pablo, hace suyos los principios y valores de la compañía. Más allá de su dedicación al trabajo y a la presidencia de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Baleares (AJEB), Jaume se autodefine como “una persona optimista porque ser pesimista no tiene utilidad” y se confiesa un gran seguidor del fútbol y, en concreto, del Real Mallorca.

Tras un 2020 para olvidar y un 2021 esperanzador, este 2022 ha sido calificado por las principales asociaciones del comercio balear como "muy positivo" pese a la reducción de beneficios que han provocado "agente externos" como la guerra de Ucrania, inflación, alza de los productos básicos, carburantes y energía. No obstante, todos advierten que la supervivencia del sector se verá muy seriamente amenazada si el Govern balear implanta nuevas restricciones que limiten el turismo "principal motor de nuestra economía", resaltan. Al mismo tiempo, alertan de que hay que ser prudentes y tener mucho cuidado a la hora de acometer medidas de sostenibilidad medioambiental sin que las mismas vayan acompañadas de otras que faciliten el acceso ciudadano al comercio palmesano.

"En el pequeño comercio palmesano se respira un ambiente absolutamente dramático". Quien así se expresa es el vicepresidente y portavoz de Pimem Comerç, Miguel Angel Salvà, quien adelanta que "por muchos bonos comerciales y otras actuaciones de ayuda al sector, lo cierto es que la media de facturación ha caído, como poco, un 20 por ciento".

La decisión del Govern balear que sacar adelante las que ha denominado Áreas Municipales de Impulso Comercial (AMIC), que posibilitarán a los comercios poder ser más competitivos frente a las grande superficies comerciales, no ha sentado nada bien en la patronal del comercio, Afedeco. Esta patronal lamenta que la instituciones públicas monopolicen una iniciativa que considera propia al entender que "esta figura no puede quedar en manos exclusivamente de la administración, sino que debe gravitar en torno a las patronales de comercio".

El Govern balear ha dado el visto bueno a las denominadas Áreas Municipales de Impulso Comercial (AMIC), una fórmula que sustituirá a los proyectados centros comerciales a cielo abierto y que tienen como objetivo que las tiendas ganen competitividad frente a la grandes superficies comerciales. Estas áreas se conformarán con la unión de todos los comercios situados en una misma zona y el coste de las instalaciones comunes y de las actividades dinamizadoras correrá a cargo de los propios comerciantes que deberán abonar obligatoriamente una cuota fija.

La campaña de bonos de descuento en el comercio ha supuesto la emisión hasta el momento de 73.500 bonos, por un importe de descuento de 15 euros por vale, que se distribuirán equitativamente entre los comercios que se han adherido a esta campaña.

El Ayuntamiento de Palma ha puesto en marcha una campaña de 96.164 vales descuento, con un presupuesto de 1.923.280 euros, que estarán disponibles entre el 11 de octubre y el 20 de noviembre con el objetivo de fomentar el consumo en el comercio local.

Lo nunca visto. Hasta ahora, en temporada turística, era normal que el centro de Palma tuviera una mayor afluencia de turistas los días en los que la climatoloía aconsejaba no ir a la playa. Esos días, los turistas se repertían por la capital para hacer compras, visitar museos o acudir a restaurantes. Era normal ver tiendas llenas, aunque no necesariamente las que venden los productos más caros.

Los comerciantes han pedido al Ayutamiento de Palma que las obras de remodelación de la Plaza de España se retrasen hasta enero del 2023 para no perjudicar la campaña de Navidad en una de las zonas más céntricas de la capital.

Llega la hora de devolver el dinero. Al inicio de la pandemia, el Gobierno aprobó una serie de líneas de avales ICO, por un importe global de 140.000 millones de euros, para ayudar a que empresas y autónomos pudieran obtener financiación directa de las entidades bancarias. Tras las diversas carencias posteriores, muchas de las empresas que consiguieron aquellos créditos deben empezar ahora a devolver el dinero que los bancos les prestaron. La actividad de un buen número de negocios se va recuperando, pero hacer frente a estas devoluciones es para muchos un problema.