Según ha explicado el portavoz municipal, Alberto Jarabo, en febrero podría empezar la primera fase entre la Gran Vía Asima y la avenida 16 de julio, que supondrá la construcción de 8,6 kilómetros de conducción de aguas residuales con un importe de 6,5 millones y un plazo de ejecución de dos años. Además, esta fase supondrá la creación de 57 puestos de trabajo directos.
La segunda fase, entre la Gran Vía Asima y la calle Gremi de Tintorers, consistirá en la construcción de 5,2 kilómetros de canalizaciones, con una inversión de 4,6 millones de euros y la creación de 83 puestos de trabajo.
El proyecto final consta de cuatro fases en las cuales la empresa municipal Emaya invertirá 14 millones de euros para la separación de 18 kilómetros de red de aguas pluviales y el alcantarillado.
En total, la inversión permitirá crear más de 300 puestos de trabajo directos en la obra.
El proyecto se completará con un tanque de laminado para recoger aguas mixtas procedentes de Bunyola y Esporles, con un presupuesto previsto de 2,4 millones de euros aportados por el canon de saneamiento.
La obra ha sido acordada con la asociación de empresarios del polígono, Asima, y se realizará de forma que la afección al tráfico sea la mínima posible.
Según ha señalado, para Emaya es "una prioridad" evitar estos vertidos, para proteger el medio ambiente y la salud de la ciudadanía.
El Plan de Saneamiento de Palma 2019-23 incluye más de 40 proyectos que tienen como objetivo mejorar las infraestructuras de saneamientos, muchas obsoletas o insuficientes para las dimensiones actuales de nuestra ciudad.