Segunda derrota consecutiva del Real Mallorca lejos de Son Moix, y, como difícilmente podría ser de otra manera, ante el equipo que se ha convertido en su irreductible 'bestia negra' esta temporada, el Fuenlabrada, que ha goleado con relativa facilidad al cuadro balear por 4-1. Con esta derrota, el equipo bermellón cede el liderato en Segunda División al Espanyol y desperdicia una oportunidad inigualable para poner más tierra de por medio respecto a sus otros rivales directos. Dos errores garrafales de Manolo Reina permitieron a los madrileños situar el 2-0 en el marcador, con dos tantos de Óscar Pinchi, y, antes de que el árbitro señalara el descanso, los locales anotaron por tercera vez, en esta ocasión por mediación de Nteka desde el punto de penalti. Los mallorquinistas recobraron algo de esperanza con la diana de Mboula tras la reanudación, pero el Fuenlabrada aniquiló definitivamente las aspiraciones bermellonas con un cuarto gol, materializado por Ciss.
Para afrontar el partido contra el Fuenlabrada, equipo que llegaba a este partido con la vitola de 'bestia negra' de los mallorquinistas esta temporada tras eliminarles de la Copa del Rey y vencerles en el partido de Liga de la primera vuelta disputado en Son Moix, Luis García Plaza se ha visto obligado a componer un once inicial diezmado por las bajas de los lesionados Amath y Ruiz de Galarreta y la ausencia de Martin Valjent, convocado por la selección eslovaca, todos ellos titulares indiscutibles. Tampoco han podido formar parte de la lista los delanteros Lago Junior y Trajkovski, igualmente a causa de haber sido reclamados por el combinado de sus respectivos países.
Con el objetivo de suplir estas bajas, el técnico madrileño ha situado de inicio a Russo en el centro de la defensa para que formara pareja de centrales con Raíllo, y ha apostado por Febas, que no entraba en el once desde principios del mes de enero, para confeccionar una línea medular que han completado Baba (que, finalmente, pudo eludir la llamada de su selección), Salva Sevilla y Dani Rodríguez. En la delantera, García Plaza ha recuperado a Abdón, tras dos titularidades consecutivas del fichaje invernal Álvaro Giménez, y ha situado a su lado al extremo Jordi Mboula.
De entrada, a pesar de los buenos resultados obtenidos ante el Real Mallorca, el Fuenlabrada no parecía el peor de los adversarios para el conjunto bermellón, especialmente porque en su feudo solo había sumado hasta ahora dos victorias en el transcurso de la temporada, la última, antes de la de este lunes, ante el Albacete (1-0), un ya lejano 26 de septiembre. Precisamente, la nefasta racha como local de los madrileños resultó clave para que la directiva adoptara en su momento la decisión de relevar a José Ramón Sandoval y entregar las riendas del equipo a un viejo conocido de la afición mallorquinista, José Luis Oltra, el entrenador que dirigió al once de Son Moix tras su traumático descenso a Segunda División, anterior al que se consumó el pasado verano.
'REGALO' DE REINA Y MARCA ÓSCAR PINCHI
El Fuenlabrada entró al partido con más ímpetu que su rival. Fruto de este dominio, nacieron las primeras dos oportunidades de los locales, ambas a cargo de Espinosa. El guardameta rojillo, Manolo Reina, respondió con dos solventes intervenciones. Sin embargo, el portero andaluz se mostró mucho más desafortunado en el esta vez más fatídico que nunca minuto 13, cuando se le escurrió el balón de entre las manos y Óscar Pinchi aprovechó el 'regalo' para inaugurar el marcador. Los jugadores del Real Mallorca reclamaron falta sobre Reina, pero el colegiado, el castellanomanchego Arcediano Monescillo, certificó la legalidad del gol tras la correspondiente consulta con el VAR.
Hasta el minuto 20 no llegó el Mallorca con cierto peligro a las inmediaciones de la meta defendida por Belman. La ocasión corrió a cargo de Brian Oliván, sustituto esta noche del argentino Cufré en el lateral izquierdo de la zaga. Su intencionado disparo fue atajado por el guardameta del Fuenlabrada sin mayores contratiempos. Mucho más cerca del gol estuvieron los visitantes en el minuto 25, cuando Abdón remató al larguero un centro de Dani Rodríguez y, acto seguido, Febas no supo aprovechar un rechace que le había quedado a pedir de boca.
NUEVO ERROR DE REINA Y 2-0
El centrocampista catalán volvería a fallar en la siguiente acción rojilla, al no ser capaz de controlar un balón que, de haber encarrilado positivamente, le hubiera situado en una inmejorable ubicación para batir a Belman. En cualquier caso, la reacción del Mallorca fue más bien un espejismo, ya que a la media hora el Fuenlabrada estuvo muy cerca de marcar y solo lo evitó la reacción providencial de Russo, que despejó el esférico cuando los madrileños ya estaban celebrando el gol.
No fallaría, sin embargo, Oscar Pinchi en el minuto 37, de nuevo sacando partido de un error garrafal de Manolo Reina. Tras una pérdida de balón de Abdón en el centro del campo, el meta neutralizó la oportunidad del Fuenlabrada, pero se empeñó en sacar el esférico jugado y acabó perdiéndolo, poniendo en franquicia el tanto al bigoleador Pinchi.
Las desgracias para el Mallorca en esta aciaga primera parte no acabarían aquí, ya que en el minuto 40 el colegiado apreció penalti en una acción de Jordi Mboula. Nteka se encargaría de hacer subir el 3-0 al electrónico, poniendo las cosas muy cuesta arriba para el conjunto entrenado por Luis García Plaza.
MBOULA RECORTA DISTANCIAS
Tras el descanso, el preparador barralet reforzó el ataque con la entrada de Álvaro Giménez ocupando la plaza del desafortunado Febas. La decisión del entrenador rearmó a sus jugadores, que empezaron a poner cerco a la porteria del Fuenlabrada. Así, un remate de Dani Rodríguez fue neutralizado por Belman en una portentosa intervención. Sin embargo, el buen meta local no pudo hacer nada en la siguiente acción, cuando Jordi Mboula envió a las mallas un milimétrico centro desde la banda izquierda de Oliván.
Corría el minuto 55, y con 3-1 en el electrónico del 'Fernando Torres', el Mallorca parecía haber dado el primer paso para el 'milagro' de la remontada. Espoleado por el gol de Mboula, el equipo balear siguió insistiendo y Abdón tuvo en sus botas la posibilidad de recortar todavía más las distancias, pero Belman volvió a responder con solvencia. Lógicamente, el peligro que entrañaba para los visitantes su apuesta a todo o nada era dejar desguarnecida la defensa, y, en efecto, tras la oportunidad del delantero de Artà, una prodigiosa intervención de Russo evitó el cuarto gol del conjunto dirigido por Oltra. El central argentino se ganó con todo merecimiento la consideración de mejor jugador de su equipo, esta noche, ante el Fuenlabrada, ya que sus decisivas acciones defensivas evitaron, como mínimo, dos tantos locales que, prácticamente, ya se estaban celebrando en el banquillo del club anfitrión.
En el minuto 65, Oliván, otro de los que se salvaron de la quema, lo volvió a intentar con un centro que se fue envenenando hasta estrellarse en la madera. La suerte que en otros encuentros había sonreído al Mallorca le estaba dando la espalda en esta ocasión, y en el 67 Russo tuvo muy cerca el gol en un remate de cabeza que no pudo conectar con precisión. No obstante, el riesgo de un contragolpe fugaz que aniquilara definitivamente las aspiraciones mallorquinistas seguía estando presente, y en el minuto 73, una internada por la banda del Fuenlabrada la culminó Ciss con el cuarto gol madrileño.
MINUTOS PARA LOS MENOS HABITUALES
Con ya poca tela por cortar, García Plaza decidió que había llegado el momento de conceder minutos a futbolistas necesitados de más tiempo sobre el terreno de juego, y, casi al mismo tiempo, dio entrada a Murilo, Fran Gámez, Marc Cardona y Mollejo y retiró del campo a Salva Sevilla, Joan Sastre, Abdón y el goleador Mboula, que ante el Fuenlabrada ha estrenado, al fin, su cuenta particular, a pesar de la evidente inutilidad de su diana. Poco rédito ofrecieron los recién ingresados, entre los que solo hay que destacar el ímpetu y las ganas de Mollejo. De hecho, fue el Fuenlabrada el que pudo poner todavía más sal en la herida mallorquinista con un remate que se estrelló en la parte exterior de la red, ya con el encuentro prácticamente concluido.
Sin tiempo para respirar, el Real Mallorca recibirá este jueves, en Son Moix, a uno de los claros aspirantes al ascenso, el Leganés. A García Plaza le queda ahora el duro trabajo de levantar la moral de sus jugadores ante un compromiso clave con vistas al desenlace de la temporada. El Leganés, que ha finalizado esta jornada en la cuarta posición de la tabla clasificatoria, se halla a siete puntos del Mallorca y es consciente de que se juega en Palma casi su última baza para meter la cabeza en uno de los puestos que otorgan el derecho a estar la próxima campaña en Primera División sin playoff de por medio.