Eliminado. El mallorquín Rafa Nadal, mermado debido a su lesión crónica en el pie, ha sido apeado por el canadiense Denis Shapovalov (1-6, 7-5, 6-2) en los octavos de final del torneo de Roma, quinto Masters 1.000 de la temporada.
El 10 veces campeón en la capital italiana entró enchufado y con un primer set prometedor, agresivo en busca del 'break', y con un 1-6 en 40 minutos. Shapovalov reaccionó, dejó de fallar con el saque y pasó a inquietar a Nadal en cada intercambio.
Lo peor para el balear sin embargo fue empezar a notar dolor de nuevo.
Hace una semana, el balear terminó "cojo" en Madrid después de un partido exigente ante el belga David Goffin, y el problema, aunque conocido y tratado el año pasado durante meses, parece que fue mayor en Roma. La movilidad de Nadal bajó de manera drástica y, cuando supo centrar su juego alocado, Shapovalov tuvo al mallorquín en su mano en un tercer set frustrante para el vigente campeón.
Nadal buscó la vía rápida, pero el americano escapó del 'break' en el segundo set y rompió primero. El ataque constante dio sus frutos y Nadal se defendió en busca de su opción salvando una bola de set pero no la segunda. El tercer parcial era la sentencia para el español, con fuelle justo por la inactividad de la costilla rota en Indian Wells y una cojera cada más evidente.
El manacorí se mantuvo en el centro de la pista en el tercero, con gesto más que contrariado. Shapovalov entró a lo loco y perdió su saque, pero en su juego agresivo recuperó el 'break' sin dificultad. Tras el 4-2, Nadal firmó ya su rendición. Después de hacer cuartos de final en Madrid, el campeón de 21 'grandes' se despide una ronda antes en Roma, pensando con dudas en Roland Garros.
"VIVO CON UNA LESIÓN"
Rafael Nadal desveló, tras su derrota en los octavos de Roma ante el canadiense Denis Shapovalov, que si no toma "ningún antiinflamatorio" iría "cojo", además de puntualizar que no está lesionado, sino que es un "jugador que vive con una lesión".
La lesión crónica que sufre Nadal en su pie izquierdo, conocida como Síndrome de Müller-Weiss, le ha dejado fuera de uno de sus torneos predilectos, el de Roma. El balear volvió a jugar al nivel que tenía antes de la lesión en sus costillas, que le ha apartado casi dos meses de las pistas, y doblegó a su rival en el primer set con un contundente 6-1, pero el pie le impidió mantener el ritmo.
"Es difícil de entender mi día a día, no pretendo hacerme la víctima. Tengo lo que tengo, mañana me voy a levantar fatal porque no me voy a tomar nada, vivo con motones de inflamatorios porque sino no puedo entrenar", aseguró en rueda de prensa.
"Si no tomo ningún anti inflamatorio voy cojo. Seguiré así hasta que aguante el tema y que mi cabeza diga basta", añadió.
Además, puntualizó que no es que esté lesionado en este momento, sino que vive con una lesión: "No estoy lesionado, soy un jugador que vive con una lesión, está ahí y mi día a día es complicado. Lo intento, pero es difícil para mí. Muchos días no puedo entrenar bien, hoy en la mitad del segundo set me ha aparecido".
"Tienes que moverte bien para competir al máximo nivel y no puedo hacerlo del todo. Solo queda luchar, tengo que volver y ahora estoy triste, es un torneo que me gusta mucho y estar fuera es algo que no me gusta. Pero hay que valorarlo todo en lo positivo, hay que aceptarlo y seguir adelante", afirmó.
"Llegará un día en el que mi cabeza me diga basta. Yo juego para ser feliz, pero claro, el dolor te quita la felicidad. Mi problema es que muchos días vivo con demasiado dolor. Disfruto de lo que hago, pero me da muchos días de infelicidad".
Pese a la derrota, Nadal fue muy superior a su rival en el primer set, en el que le endosó un 6-1: "Durante un rato he jugado a mi mejor nivel desde que he vuelto, no voy a dejar ni de creer ni de luchar par dejar de generarme una oportunidad. En eso no voy a fallar, voy a hacerlo de la mejor manera pasible. En caso de que haya una remota posibilidad, que esté preparado para pelearla. Eso sí que se hacerlo".
Dolido por quedarse fuera de Roma antes de lo que le hubiera gustado, Nadal desveló que no sabe cómo estará en Roland Garros: "no se lo que pasará mañana, no se lo que pasará en dos semanas". Aunque lo que si sabe es que podrá contar con su equipo médico en la capital francesa: "eso me ayudará".
"Miremos hacia adelante, mi cabeza sigue preparada para asumir el reto. Sigo creyendo que voy a tener mis opciones la semana que viene.Solo tengo que conseguir que mis pies me permitan jugar. Tengo confianza, he visto cosas positivas", sentenció.
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