La Asociación Profesional de Detectives Privados de España tiene desde junio nuevo delegado en el archipiélago: Juan Carlos Terán. Uno de sus principales objetivos es unir lazos entre asociados y captar más para, precisamente, hacer frente a esta oleada de investigadores no cualificados. "Venimos detectando cada vez más detectives alemanes que no cuentan con una habilitación profesional", advierte.
"En su país, pagan 25 euros, se inscriben en un registro y ya está. Con eso ejercen aquí". En España, en cambio, el sector está sometido a un control exhaustivo por parte de la Dirección General de la Policía, Seguridad Social, además de exigírseles al menos 3 años de carrera universitaria. La competencia se vuelve desleal y la seguridad ante el cliente disminuye.
Terán quiere potenciar la colaboración con las instituciones y fomentar los cursos de formación.
VERANO DE RÉCORDS
El sector goza de buena salud en las islas: Seguimientos laborales, a menores por orden de sus padres o localización de desaparecidos son algunas de las líneas que siguen. También el clásico: infidelidades. "Sí, también ha sido un verano de seguimientos de escapaditas de amantes a Ibiza".
Aunque el filón lo encontramos en el sector turístico, y especialmente, en el hotelero. "Siempre se necesitará la figura del mystery shopper: un supuesto cliente, que viene de vacaciones, pero se dedica en realidad a auditar la calidad del establecimiento". Su misión es controlar hasta último detalle: desde la correcta atención y uniforme del camarero, hasta que el socorrista esté en su puesto.