La ciberdelincuencia crece imparable y a pasos agigantados, sobre todo en Mallorca. Es lo que tiene el crimen en la red: cualquiera, en cualquier punto del mundo, puede ser víctima de una ciberestafa o un ciberacoso. Sólo en Baleares se ha multiplicado por cuatro en los últimos cinco años.
En cifras, las denuncias por ciberdelincuencia han pasado de 2.892 en 2016 a 11.800 en 2020, mientras que en el resto de España se han multiplicado por tres en este periodo de tiempo (de 92.716 a 287.963). Por tanto, suben más en el archipiélago que en otros puntos del país.
El rey de los cibercrímenes son los fraudes informáticos (84,4 por ciento), seguidos de las amenazas y coacciones (7,6 por ciento), las falsificaciones informáticas (3,6 por ciento) y las interferencias en los datos (0,8 por ciento).
MALLORCA, SEDE DEL RETECH CIBERREG
El conseller de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, Miquel Company, ha explicado en este sentido que el archipiélago ha lanzado la Estrategia de Ciberseguridad de Baleares, que entre otros objetivos busca garantizar la ciberseguridad en la Administración, consells insulares, ayuntamientos y empresas e instituciones.
Para ello, se llevará a cabo la creación de una Unidad de Innovación Tecnológica en Ciberseguridad (Unitcib) con la Universitat de les Illes Balears (UIB), se firmará un convenio de colaboración con el Centro Criptológico Nacional, se impulsará un Centro de Ciberseguridad de Baleares como órgano interno de la Comunidad y se desarrollará el proyecto 'Retech Ciberreg'.
Por otro lado, la Estrategia conllevará la contratación de un Centro de Operaciones de Ciberseguridad, encargado de realizar las tareas de detección y gestión de ciberamenazas, y de aplicar las políticas de ciberseguridad y cumplimiento del Esquema de Ciberseguridad (ENS).