Fumata blanca para el Brexit: Londres y Bruselas alcanzan un acuerdo sobre la bocina

El texto ratificado por ambas partes recoge las condiciones que presidirán las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea a partir del 1 de enero. El documento ha sido acordado tras casi diez meses de negociación que, en los últimos días, a medida que se acercaba la fecha del 31 de diciembre como límite para establecer un pacto satisfactorio, se han ido desarrollando a ritmo frenético, y con las circunstancias agravantes de la crisis de la Covid 19, los camioneros británicos bloqueados en Dover y la detección de dos nuevas cepas de coronavirus circulando por Inglaterra, como dramático e inquietante telón de fondo.

En una primera reacción tras la rúbrica y la consecución de este documento técnico, un portavoz del Gobierno que preside Boris Johnson ha afirmado que el texto “cumple los objetivos del referéndum de 2016 y las elecciones de 2019, y proporciona continuidad a las economías tanto de Reino Unido como de la Unión Europea”

Esta misma fuente ha precisado que el acuerdo “garantiza una liberalización arancelaria del 100 por ciento, y un sistema de cuota cero-cero que permitirá a los inversores y proveedores británicos no enfrentarse a restricciones de acceso al mercado o barreras discriminatorias al comercio cuando operen con clientes que tienen su sede en la UE”.

La ratificación de este acuerdo técnico no concluye definitivamente el proceso, ya que queda pendiente todavía la aprobación de los dos parlamentos, tanto el británico como el europeo. No obstante, las dos partes en litigio consideran que con este documento en la mano el proceso del Brexit se halla completamente encauzado, a la espera de culminar positivamente las fases políticas y parlamentarias pertinentes.