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Segura, junto al editor y alcalde de Sa Pobla, Llorenç Gelabert
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Segura, junto al editor y alcalde de Sa Pobla, Llorenç Gelabert

"En mi libro sobre Joan March huyo de los clichés y los prejuicios"

Por Josep Maria Aguiló
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jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
miércoles 05 de abril de 2023, 19:00h

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El reconocido periodista y escritor Miquel Segura Aguiló (Sa Pobla, 1945) acaba de publicar Joan March, d'aprop, patrocinado por el Ajuntament de Santa Margalida. En breve saldrá ya a la venta la segunda edición, de la mano del editor Llorenç Gelabert, pues la publicación de este libro ha sido un auténtico fenómeno editorial en apenas unas pocas semanas. Colaborador del diario Última Hora desde hace varias décadas, en la dilatada y excelsa trayectoria literaria de Miquel Segura Aguiló cabe destacar tanto sus obras narrativas como ensayísticas, la mayoría de ellas relacionadas con su origen chueta.

¿Su nuevo libro es una biografía sobre Joan March?

No, no es exactamente una biografía, a pesar de que contiene muchos elementos biográficos, algunos de ellos inéditos. Yo diría que, más bien, es un intento literario y periodístico de retratar su figura, que es tan poliédrica, tan diversa y tan inabarcable, que yo creo que una foto fija de él siempre sería incompleta.

¿Quién lo ha editado?

El libro lo ha editado el Ajuntament de Santa Margalida, en coordinación con el editor Llorenç Gelabert. La primera edición ha sido de 600 ejemplares. Dentro de unos días, se lanzará ya una segunda edición, porque se han desbordado todas las previsiones iniciales por lo que respecta a las ventas. Además, le puedo adelantar ya que es posible que más adelante incluso haya una edición en castellano.

¿Cómo surgió la idea de escribir esta obra?

Es un reto que me planteé yo mismo, por encargo de Joan Monjo, que es el actual alcalde de Santa Margalida y descendiente de Joan March. A partir de ahí, desde el primer momento rechacé el formato de una biografía. Lo que quise hacer fue un acercamiento y, sobre todo, una desencriptación de la figura de Joan March, para lo bueno y para lo malo, huyendo de los clichés y de los prejuicios, tanto en un sentido como en otro. Por tanto, creo que en esta obra hay esencialmente un intento de interpretación.

¿Aparece en el libro algún hecho no conocido hasta ahora?

Partiendo de la evidencia de que hay muchas cosas de Joan March que aún no conocemos y que posiblemente no conoceremos ya nunca, en mi libro sí hay algún dato o algún aspecto inédito, porque he tenido acceso al archivo personal de Miquel Monjo —hermano de Joan Monjo—, que ha dedicado su vida a recoger información y documentación sobre March. Eso me ha permitido añadir a mi zurrón muchas cosas de él que no sabía ni podía saber.

¿Cuál ha sido la premisa de la que ha partido?

En el libro me pregunto por qué un pueblo como Santa Margalida, que a finales del siglo XIX era rural y atrasado al igual que toda la isla de Mallorca, pudo dar lugar a un genio de esta magnitud. Mi respuesta sería que Joan March era una persona muy inteligente, con una extraordinaria capacidad como hombre de negocios y con una gran psicología para tratar con la gente. Además, fue un hombre que también tuvo un innegable coraje a lo largo de toda su vida.

"Joan March era una persona muy inteligente, con una extraordinaria capacidad como hombre de negocios y con una gran psicología para tratar con la gente"

¿Qué diferencia a Joan March, d'aprop de otros textos publicados anteriormente sobre él?

Todos los libros que se habían publicado hasta ahora sobre Joan March hablaban sobre lo que había hecho, pero ninguno había intentado explicar el porqué de esas actuaciones. Y yo creo que en cierto modo lo he conseguido, presentando a March como un niño maltratado, que quedó huérfano de madre con siete u ocho años y que fue maltratado por su padre. A pesar de esas circunstancias familiares, como era un niño con una inteligencia absolutamente privilegiada, aplicó esa inteligencia al objetivo de intentar salir adelante, que se puso él mismo cuando sólo tenía aún diez o doce años.

Muy interesante...

Yo he intentado explicar todo esto muy bien, para que el lector pueda entender todo lo que vino después. El propósito de esta obra es, como dice el título del libro, acercar la figura de Joan March al lector.

¿Cuál ha sido su conclusión?

Mi conclusión ha sido que Joan March supo interpretar perfectamente el momento histórico que vivían la Mallorca y la España de su época. En concreto, supo ver que el poder clerical y el de la nobleza —el de los butifarres— estaba caducado. En el libro explico que March compraba fincas a los nobles arruinados a los cuales previamente había dejado dinero. Como la mayoría de ellos no le podían pagar, él se quedaba posteriormente con muchas de esas fincas.

¿Y qué hacía con esas fincas?

En el caso de las fincas que le interesaban para su actividad contrabandista, que eran las de la costa, se las quedaba para él.

Ah, de acuerdo...

Por lo que respecta a las otras fincas, Joan March vendía a los payeses unas cuantas cuarterades de cada una, a pagar por ejemplo en diez años a un interés irrisorio. Esto último era algo que hacía a través de la Banca March primigenia, que abrió en Santa Margalida cuando se casó. De ese modo, y seguramente sin pretenderlo, hizo la auténtica reforma agraria de Mallorca, que no hicieron nunca ni la Administración ni los poderes públicos.

"El contrabando suponía el desafío a un estado que a principios del siglo XX tenía a Mallorca abandonada"

Es muy llamativo, sí...

Y eso es sólo un aspecto de su poliédrica figura. Otro aspecto a destacar sería su lucidez a la hora de aplicar una inteligencia y una praxis industrial a la labor del contrabando, que suponía el desafío a un estado que a principios del siglo XX tenía a Mallorca abandonada.

¿El contrabando se consideraba ya entonces una actividad inequívocamente delictiva?

No, aún no. En la Mallorca de aquel tiempo, el contrabando no se consideraba una actividad propiamente delictiva, sino un comercio clandestino pactado. Él lo entendió también así y aplicó una filosofía empresarial a esta actividad, que en su caso estaba mayoritariamente circunscrita al contrabando de tabaco. Como es bien sabido, gracias al contrabando ganó mucho dinero en muy pocos años.

En ese contexto, ¿cuáles eran los grandes objetivos de Joan March?

Yo diría que sus dos grandes objetivos eran el dinero y el poder. Recuerde, por ejemplo, que cuando llegó la Primera Guerra Mundial negoció con los dos bandos y se hizo inmensamente rico.

¿Qué más podríamos resaltar de su personalidad?

Podríamos resaltar que siempre que Joan March buscaba a alguien para que trabajase con él, la primera condición que ponía era que fuese mallorquín. Por otra parte, cuando la gente era leal con él, él era muy leal con la gente.

"No era franquista en absoluto. De hecho, no soportaba a Franco, ni antes ni después de la Guerra Civil"

¿Diría que Joan March era franquista?

No, no era franquista en absoluto. En el libro explico muy bien que él no soportaba a Francisco Franco, ni antes ni después de la Guerra Civil. Lo que sí es cierto es que ayudó a financiar el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Aun así, conviene recordar que Joan March dio su apoyo no exactamente a Franco, sino a la Junta de Defensa Nacional, conformada por todos los generales que se sublevaron contra el Gobierno.

Desconocía esa circunstancia...

De hecho, Joan March expuso a la mayoría de esos generales su escepticismo en relación a Franco, diciéndoles: "Cuidado con Franquito, porque si toma el poder, ya no lo soltará". Años después, Franco dictó una orden de búsqueda y captura contra March, que nunca se ejecutó, pero que estuvo vigente durante muchos años.

En cualquier caso, ¿por qué cree que Joan March ayudó a financiar el golpe?

Bueno, no hay que olvidar que la Segunda República había encerrado a Joan March en la cárcel durante 17 meses, sin instrucción judicial ni juicio previo, sólo en base a las conclusiones de una comisión parlamentaria. Quizás sea oportuno recordar ahora lo que dijo poco antes del golpe el ministro de Hacienda Jaume Carner, que además era un político catalán muy brillante: "O la República acaba con March, o March acabará con la República".

¿Y fue realmente así?

Yo más bien diría que la Segunda República fue tan torpe que no fue capaz de pactar con Joan March, quien en el fondo era un pactista. Los republicanos quisieron hacer un pulso contra él para intentar destruirle, pero se equivocaron y perdieron.

"La Segunda República fue tan torpe que no fue capaz de pactar con March, quien en el fondo era un pactista"

¿Joan March era conocido fuera de España?

Totalmente. Baste decirle, a modo de ejemplo, que Winston Churchill hablaba con él y le tuteaba o que los Servicios Secretos Británicos ayudaron a su fuga de la prisión de Alcalá de Henares —ocurrida el 3 de noviembre de 1933—. Piense que hasta la CIA lo llegó a vigilar en un momento dado, ante lo que Churchill dijo que lo dejaran estar. "Nosotros necesitamos a este hombre", llegó a decir de Joan March el histórico político británico.

¿Qué destacaría de la fundación que creó a mediados de los años cincuenta?

Una de las cosas que sin duda merece ser destacada es que Joan March dotó a su fundación de manera generosa, con unos fondos superiores a los de, por ejemplo, la Fundación Rockefeller. Eso supuso una gran novedad en nuestro país, en un momento en que en España había una autarquía y en donde el Gobierno no se preocupaba de temas culturales. Gracias a las becas de la fundación, personas como Josep Borrell o como Josep Melià padre tuvieron acceso a la universidad. Además, hubo también escritores que, antes de llegar a ser conocidos, publicaron su primer libro igualmente gracias a la fundación puesta en marcha por March.

¿Cree que hoy sería posible la aparición de una figura histórica de la misma relevancia?

Si me permite que dé un pequeño giro a su pregunta, mi respuesta sería, más bien, que Mallorca y también España necesitarían que volviera a surgir otro Joan March, si bien seguramente sería alguien que hoy actuaría de una manera totalmente diferente y que pactaría. En este momento nos haría mucha falta una figura como la suya, adaptada a los nuevos tiempos y respetuosa con la legalidad.

Entiendo, sí...

Por último, me gustaría también recordar que Joan March fue, además, la primera persona que hace un siglo vislumbró el inmenso poder que llegarían a tener las grandes corporaciones décadas después, como así ha sido finalmente, por lo que creo que hoy lucharía básicamente también en ese terreno.

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