Poco botín el que se ha llevado el Mallorca del partido contra el Sevilla. Los hombres de
Joaquín Caparrós crearon fútbol más que suficiente para ganar el encuentro.
Alfaro, Ramis y Nsue tuvieron en sus botas la ansiada victoria local que tendrá que esperar una semana más.
El RCD Mallorca salió al terreno de juego con más
nervios de los deseados. La necesidad de ganar atenazaba a los locales y los nubarrones que cubrían el Iberostar Estadio no presagiaban nada bueno. Pero como si de una señal del cielo se tratará, la llegada de la lluvia y los truenos, sirvieron para ver los
mejores minutos de los locales. Se adelantaron las líneas, aunque eso sí no se crearon ocasiones claras de gol.
Nada cambió en la reanudación, los bermellones, el único equipo con ganas de ganar, empezó como acabó, atacando y creando ocasiones. En el primer minuto la tuvo Ramis. Un buen centro del
Chori Castro a la cabeza del central de Sa Pobla apunto estuvo de servir para marcar el primero.
Los de Caparrós eran los
amos y señores del encuentro, pero la falta de gol es uno de los problemas de este equipo. Alfaro en dos ocasiones y Nsue gozaron de buenas oportunidades pero
Varas, el mejor de los hispalenses, desbarató las jugadas con sus buenas intervenciones.
En las postrimerías del partido, el Sevilla, más por
inercia que por fútbol, pudo llevarse el duelo, pero Aouate demostró porque es uno de los mejores porteros de la Liga.
Al final otro empate en casa que sirve de poco y lo peor la
lesión muscular del Chori Castro.
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