
UGT ha presentado este miércoles su pliego de alegaciones al Proyecto Ib-Salut 2020, un documento del que exige saber su autoría y coste, dada “su escasa calidad”, al mismo tiempo que recomienda su retirada y propone que se realice otro nuevo con un guión de contenidos negociado y pactado.
El sindicato resalta que no hay “ni una sola referencia al marco normativo, reglamentario e institucional del Sistema Nacional de Salud, ni al extenso desarrollo reglamentario de la normativa sanitaria, tampoco al Estatuto de Autonomía, ni a la legislación autonómica. Por consiguiente, no parece un documento elaborado por funcionarios públicos que suelen ser sobradamente conocedores de todo ello”.
Igualmente, asegura que el título del documento “Proyecto IB-Salut 2020 Promoción de la salud” no se corresponde con los contenidos de la mayoría de los apartados y menos aún con la relación de objetivos específicos que plantea analizar el entorno del Servei de Salut de las Islas Baleares; realizar un análisis de situación de la sanidad balear, analizar su posicionamiento actual e identificar los principales aspectos de mejora y de cambio de la misma; definir la misión, visión y valores del Ib-Salut; definir los objetivos y líneas estratégicas del IB-Salut y consolidar las estrategias en proyectos de mejora y desarrollar planes de acción que faciliten la operatividad de los mismos”.
Y es que, “ninguno de estos objetivos se circunscribe a la promoción de la salud, mientras que el documento sí corresponde a una reflexión estratégica y hoja de ruta para el Servicio Balear de Salud, lo que le da una dimensión mucho mayor que la de su título”.
UGT afirma que en algunos de los apartados “se abusa de los prejuicios y juicios de valor”, sobre todo cuando hace referencia al “despilfarro o sobre coste en la sanidad” como si la función pública “no fuera supervisada por la Intervención pública o control interno o sincrónico del presupuesto. También existe un control externo, tanto anterior como posterior, a cargo del Parlament y de los grupos políticos que lo conforman”.
Un ejemplo ilustrativo es la afirmación de que “existe una cierta prepotencia de sanidad frente a las autoridades económicas”, una afirmación que UGT considera fuera de lugar, porque “la elaboración de los presupuestos públicos se establece enla Ley de Presupuestos de cada año que se aprueba por el Parlament y es competencia, tanto en su propuesta, como en su ejecución, del Gobierno de Baleares.La Leyde Presupuestos es una ley de naturaleza mixta puesto que su función es legislativa pero también de control y constituye una previsión de ingresos y una autorización o limitación para gastar, así como un instrumento de política económica”.
En relación con la estructura del documento, “no se justifica la ausencia de una descripción y evaluación, en los últimos años, de la financiación, recursos tecnológicos, humanos e infraestructuras; diferentes modelos de gestión y financiación de centros sanitarios; recursos humanos y negociación colectiva, antes de abordar cualquier estrategia de futuro. Se da por hecho que los juicios de valor y las afirmaciones categóricas pueden servir de fundamento para un análisis político. Es importante resaltar este error y sería deseable partir de un buen diagnóstico de la situación, objetivo y documentado, para poder empezar a hablar de estrategias”.
DESORDENADO E INDOCUMENTADO
Las críticas de UGT van mucho más allá y afirma que, en relación con los contenidos, “es desordenado e indocumentado y de escaso valor, con errores conceptuales y sesgos ideológicos preocupantes. Uno de los más llamativos está en la página 15 donde se afirma: “El despilfarro o sobrecoste conductual es provocado por la conducta de los individuos y deja hueco para actuaciones no clínicas para evitarlo. Incluye aspectos tales como la obesidad y el sobrepeso en la población, el tabaquismo, la no adherencia a los tratamientos y el abuso del alcohol”. Estas afirmaciones manifiestan un desconocimiento absoluto de lo tratado, son contrarias a los más elementales principios dela Salud Públicay, por descontado, también a los criterios clínicos que se aplican en aquellos pacientes con los procesos o patologías enunciados.
El sindicato también señala que no tiene tiene en cuenta los acuerdos del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ni los de la Mesa de Diálogo Social Reforzado sobre Sanidad. “En el primer caso se desprecia al órgano coordinador del SNS y de las políticas acordadas, presupuestadas y financiadas con fondos ad hoc, como es el caso de las estrategias, la central de compras…”
Igualmente, destaca la ausencia de un apartado monográfico sobre la descripción y el análisis de los recursos humanos del Servicio Balear de Salud y la negociación colectiva”, así como que “prácticamente todas las propuestas se refieren a educar y/o exigir al ciudadano y a los profesionales, recorte de presupuestos o privatizar servicios”.
“No hemos podido leer ni una sola propuesta encaminada a evitar el gasto excesivo o sobrecoste clínico que no pase por la externalización de servicios”, reiteran.