Un año de vandalismo y pérdidas millonarias: casi 300 contenedores de basura quemados en Palma

Todo comenzó hace ahora un año en la pasada Nochevieja. En la madrugada de los bomberos tuvieron que sofocar dos incendios provocados en contenedores de basura en las calles Caputxines y Bisbe Campins. Era el pistoletazo de salida de un año marcado por el vandalismo callejero en Ciutat.

El largo rosario de actos vandálicos resulta dramático. El 16 de mayo arden cinco contenedores. A principios de junio se queman seis más en la Playa de Palma. El 27 del mismo mes son tres los calcinados en Son Gotleu. El 4 de julio se queman cuatro contenedores y un coche aparcado en la calle Bisbe Teodor Úbeda. El 27 de agosto son cuatro en el Molinar. Son sólo algunos ejemplos. Lo peor estaba aún por llegar, en los últimos meses del año.

En septiembre ya se contabilizan 120 contenedores quemados. El 24 de octubre se producen dos incendios en las calles Pere Ripoll i Palou y en Joan Estelrich Artigues. Un agente de la Policía Local de Palma resulta herido con quemaduras de primer grado. Entre el 17 y el 18 de noviembre arden seis contenedores en diversos puntos de la ciudad en menos de 24 horas.

La noche del 20 al 21 de diciembre, unos días antes de la Navidad, resulta furibunda, la peor del año; arden diez contenedores y siete vehículos en cuatro focos, además ocasionarse múltiples daños materiales a fachadas de edificios.

Llegados a este punto, los diferentes cuerpos de seguridad se emplean a fondo para dar con el responsable o los responsables de tamaña barbaridad. La Policía Nacional ha solicitado la colaboración ciudadana para dar con los delincuentes.