Estos días ha sido noticia, lamentablemente, el suicidio de una trabajadora de la empresa IVECO tras difundirse entre algunos de sus compañeros de trabajo un vídeo suyo de contenido sexual.
Esta situación dejó a la mujer, madre de dos hijos, en una situación de vulnerabilidad frente a su círculo personal (familiares, amigos, compañeros) que acabó abocándola al suicidio.
No es la primera vez que la difusión de imágenes y vídeos con contenido sexual pone contra las cuerdas a quienes lo protagonizan.
El primer caso mediático en España lo protagonizó la concejala socialista Olvido Hormigos. Un caso que llevó a la modificación del Código Penal para que este reconociera la difusión de este tipo de imágenes, sin consentimiento de sus protagonistas, como delito.
Pero en mallorcadario.com quisimos conocer si los lectores tienen la sensación de que, pese a todo lo sucedido y a la información que de ello se da, este tipo de vídeos siguen circulando en las redes sociales e, incluso, si tenían la sensación de que cada vez lo hacían con mayor frecuencia: “¿Percibe que ha aumentado el intercambio de contenido sexual en las redes?” preguntamos y la respuesta mayoritaria ha sido que “Sí” (un 67,9 por ciento) frente al “No” (el 32,1 por ciento restante).
Si (
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