Las organizaciones sindicales afirman que “en no pocas ocasiones” los resultados que ofrecen las pruebas de detección del Covid-19 practicadas a profesionales sanitarios no se corresponden con el auténtico estado de salud del interesado. En concreto, se habrían dado casos en que el resultado negativo ha sido cuestionado a partir del cuadro sintomatológico presentado por el profesional al que se le había efectuado la prueba, circunstancia que habría obligado a repetir el test.
En este sentido, tanto el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) como el Sindicato de Enfermería SATSE y la Unión Sindical de Auxiliares de Enfermería (USAE) afirman en su misiva al director del IbSalut y el gerente de Son Espases que existen “serias dudas” sobre la fiabilidad del proceso de detección del Covid-19 que se lleva a cabo entre el personal hospitalario y asistencial de la sanidad balear.
De hecho, estas entidades sindicales, que aglutinan en conjunto la representatividad más numerosa en la Mesa Sectorial de Sanidad, con cerca del 70 por ciento sobre el total de integrantes de este órgano, han denunciado que los delegados de prevención carecen de cualquier dato oficial relativo a los tipos de test que la Administración autonómica lleva a cabo en hospitales y centros de salud, y que tampoco se les ha facilitado información acerca de la cantidad de pruebas que se han realizado ni los resultados oficiales que se han obtenido.
Por esta razón, Simebal, SATSE y USAE han dirigido a Juli Fuster y Josep Pomar una batería de siete preguntas en las que reclaman los datos correspondientes a la marca de los test que se están utilizando para la realización de las pruebas diagnósticas del Covid-19, con mención expresa al país proveedor y el punto de origen de la fabricación de este material.
Igualmente, los sindicatos pretenden que la administración sanitaria y la dirección de Son Espases les certifiquen hasta qué punto se han cumplido las exigencias de homologación de las pruebas.
MARCAS SOSPECHOSAS
Las organizaciones manifiestan su especial inquietud por una marca concreta de test, la Wondfo, que, según señalan, aparece en los listados de estocajes de los que se está haciendo uso en la sanidad de las islas. Esta marca ha sido retirada en otros territorios autonómicos, como es el caso concreto de Cataluña, y por esta razón los sindicatos exigen saber qué controles se han efectuado en Baleares para asegurar la fiabilidad de estos equipamientos destinados a la detección del coronavirus.
En otra de las preguntas, Simebal, SATSE y USAE se interesan por conocer si alguno de los 6.757 test de anticuerpos que, según los datos oficiales, se habían llevado a cabo el pasado 5 de mayo (fecha de la última actualización) pertenecen a algunas de las ‘marcas sospechosas’ o cuya credibilidad ha sido puesta en duda en algún momento.
Paralelamente, teniendo en cuenta las discrepancias que han surgido entre los resultados obtenidos en algunas de las pruebas efectuadas a los sanitarios y la situación de salud de estos profesionales, los sindicatos reclaman saber todos los pormenores del proceso de validación de las pruebas, y detalles concretos acerca de los laboratorios que habrían asumido esta tarea.
PETICIONES SIN RESPUESTA
Finalmente, en la carta dirigida a los máximos responsables del IbSalut y del Hospital Son Espases, las organizaciones sindicales preguntan directamente si el Govern autonómico se ha visto obligado a retirar partidas específicas de test de detección del Covid-19 a causa de la escasa fiabilidad de sus análisis.
Cabe recordar que ya el pasado 29 de abril el Sindicato Médico de Baleares ya dirigió un escrito a la directora general de Salut Pública, Maria Antònia Font, y al director general del IbSalut, Juli Fuster, interesándose por las características de los test del coronavirus realizados a profesionales sanitarios de la comunidad.
Sin embargo, la ausencia de respuesta concreta a las cuestiones que la entidad planteó en ese momento ha obligado al Simebal, junto a SATSE y USAE, a insistir ante la administración para conocer hasta qué punto los profesionales sanitarios que llevan a cabo su labor en la red asistencial de Baleares pueden sentirse confiados respecto a la fiabilidad de las pruebas de detección que se les practican con ocasión de la crisis del Covid-19.
La alternativa más plausible, en opinión de los sindicatos, consistiría en llevar adelante, tal como han solicitado reiteradamente, la creación de un órgano específico de control y supervisión en materia de salud laboral que fuera capaz de proporcionar las garantías suficientes en el ámbito de la protección de los profesionales sanitarios de Baleares frente al ataque del coronavirus y la credibilidad de las pruebas de detección a los que se les somete.