Restauración CAEB se "planta" ante la "negligencia" del Govern por las nuevas medidas anti-Covid

Tal como ha declarado Alfonso Robledo, presidente de la asociación, tras la reunión mantenida este viernes con las consellerias de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, y Salud y Consumo, “lo que no puede ser es que nos limiten el aforo al 50 por ciento cuando está claro que no somos el foco de los brotes”. Robledo ha añadido que el sector se "siente atacado constantemente, cuando somos los que más cumplimos con las normas de seguridad e higiene, mucho más que en los hogares”.

Tanto es así que, según recuerda Robledo, en algunos lugares de Europa la restauración y los establecimientos con terraza “están siendo la alternativa a las reuniones sociales en las casas, ya que hay más seguridad”. Estas restricciones, como explica el dirigente de Restauración CAEB, “lo único que hacen es favorecer la práctica del botellón en la calle y aumentar las reuniones sociales en el ámbito familiar”. A su juicio, "es del todo contradictorio que a nosotros nos estén controlando constantemente y, en cambio, no hagan nada con la gente que bebe en plena calle”.

Desde la administración, según considera la asociación, “no se han puesto en marcha ni medidas restrictivas eficaces ni tampoco una campaña dirigida a la juventud con el objetivo de hacerle entender la gravedad de la situación y la responsabilidad social que tienen los jovenes respecto al resto de la población”.

Esta situación, según han transmitido los representantes de Restauración CAEB a sus interlocutores políticos, "demuestra la falta de rigor en la toma de decisiones y en la gestión de una crisis que les viene muy grande. Para Alfonso Robledo, con estas medidas el sector "está abocado a adelantar el final de la temporada de manera general y a un cierre permanente de más del 30 por ciento de los establecimientos en Mallorca".

El representante empresarial no ha dudado en afirmar que se trata de la “crónica de una muerte anunciada”, porque, en opinión de la organización patronal, limitar el aforo al 50 por ciento no se refleja en pagar menos impuestos y esto, en palabras de Robledo, "dificulta mucho más la viabilidad de los negocios del sector, por no hablar de los cientos de familias que ahora se irán a la calle, pues deberemos reducir las plantillas en función del aforo".