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'La Cambra no es una patronal; donde acaba su camino comienza nuestro trabajo'
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"La Cambra no es una patronal; donde acaba su camino comienza nuestro trabajo"

martes 03 de julio de 2018, 20:30h

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Antoni Mercant, representante de la Sociedad de Estiba del Puerto de Palma, fue elegido el pasado 25 de junio nuevo presidente de la Cambra de Comerç de Mallorca. Sustituye en el cargo a José Luis Roses, que estaba al frente de la entidad cameral desde octubre de 2013. Las primeras palabras de Antoni Mercant fueron sobre las estrategias que debe seguir la Cambra en esta nueva etapa: unidad empresarial, IVA reducido y paliar los efectos de la insularidad y de todo ello mallorcadiario.com ha hablado con el recién estrenado presidente.

¿Cómo ha vivido el proceso que le ha llevado a ser presidente de la Cambra de Comerç?


El día 25 de junio siempre será una fecha marcada en mi calendario. Hubo una serie de polémicas ni previstas ni tampoco deseadas ya que hace seis años que soy miembro de pleno de la Cambra y no es una casa que me sea desconocida ni ajena. En todo el proceso de renovación de las diferentes Cámaras desde octubre del año pasado siempre he querido participar un poco más y el no tener que estar en puestos de gestión diaria me lo permitía. Tras consultarlo con amigos y con varias personas de confianza decidí presentar mi candidatura.


¿No siendo ésta una candidatura de consenso?


Venimos de una época en la que la Cambra venía de hacer las cosas por consenso y aclamación y creo que esto es un cambio en la estructura de la Cambra y en su legislación. Esa tendencia, quizá heredada del pasado, ha ido hacia otro modelo en el que se permite presentar candidaturas hasta el último momento, fíjese que podrían haberse presentado cinco más por poner un número, y es lo que hice. Tras comunicarlo a quién correspondía, con un poco de sorpresa por su parte, comencé a preparar mi intervención para el Pleno y tratar de convencerles de que mi candidatura era la mejor opción y así, democráticamente, ha sido como he llegado a la presidencia.


¿Qué cambios vamos a poder ver en la Cambra a partir de ahora?


La Cambra se sitúa en un momento nuevo. Sin perder los valores ‘camerales’ vamos hacia un escenario distinto pero que hereda del pasado algo fundamental; su equipo humano. El personal de la Cambra está altamente cualificado y debemos ir hacia la modernización de la Cambra pero sin salirse de las líneas jurídicas marcadas, es decir, sin perder el ‘halo’ del organismo. Me gustaría posicionar la Cambra en el camino que le han diseñado pero dándole más visibilidad.


¿Cual es ese nuevo camino?


La Cambra se debe centrar en unas líneas estratégicas que son la internacionalización, la formación y la competitividad y mi trabajo es definir unos ejes, dotarlos de contenido y, por supuesto, dotarlos de financiación. Sé que no será un trabajo fácil, pero junto al Comité Ejecutivo, que se constituye este mismo miércoles, trataremos de conseguirlo. Ahora es momento de ir conociéndonos entre todos y seguir con lo proyectado, porque la Cambra no se puede quedar parada, pero pasado un tiempo la Cambra debe ser vivible, debe ser un sitio amable y de creación de sinergías en el que las diferencias se encuentren cómodas, pero acabamos de aterrizar, así que hay que dar unos tiempos de margen.


¿Cual su mayor preocupación en estos momentos? ¿A qué hay que ponerle remedio de manera inmediata?


Los planes estratégicos que le he comentado y que el diálogo con el Comité Ejecutivo sea constante. Debo ser capaz de transmitir confianza a los que van a trabajar mano a mano por y para esas líneas marcadas que se deben comenzar a ejecutar. Quizá la más importante y la que más me preocupa sea la insularidad y es un tema con el que me comprometo personalmente porque vengo trabajando en esta línea estratégica desde hace tiempo.


¿Cual es el lugar de la Cambra; dónde se sitúan en el espacio empresarial?


No somos una patronal; todos tenemos nuestro espacio y donde termina el de las patronales comienza el de la Cambra. La Cambra continúa lo que no pueden hacer las diferentes patronales, como luchar por la competitividad de nuestras empresas y que la insularidad no le afecte, o no tanto como en estos momentos; sumar esfuerzos para hacer visible éste handicap que compartimos con otros territorios “aislados” o “alejados” y acabar con este perjuicio. Los costes deben ser los mismos para todas las empresas a la hora de exportar y, aunque sabemos que nunca será así, debemos trabajar para que ese escalón sea lo más pequeño posible.


¿Qué papel juega la mujer empresaria para la Cambra?


La Cambra es una institución muy femenina ya que el 90 por ciento de su plantilla son mujeres y además no sólo por el hecho de que sea esa cifra, sino porque trabajan activamente para la Cambra. En cuanto a la mujer empresaria, la Cambra cuenta, desde hace 20 años, con un programa de emprendedoras del que podemos estar muy orgullosos porque fuimos pioneros en su implantación. Por tanto, en este mandato que me toca intentaré que seas más activo si cabe.


¿En qué se quiere diferenciar esta presidencia de la anterior?


Con todos los respetos hacia la anterior presidencia, ya que se ha hecho lo que se creía que se debía hacer y José Luis Roses ha sido un presidente excepcional. Roses ha vivido los años más difíciles de la Cambra por el proceso de transformación que ésta ha experimentado y su ayuda va a ser imprescindible. Quizá la diferencia se ve en el nuevo concepto de Cambra que se deriva de esta nueva legislatura de la Cambra; no vamos a dar un giro de 180 grados y me gustaría que mi paso por la Cambra fuera recordado como el paso de un ‘amigo’, una persona cercana, y creo que si las personas trabajan porque tiene un proyecto que ilusiona todo es más fácil. Ahora debo ilusionar a los demás con mi proyecto para tirar adelante los proyectos camerales y su financiación para ejecutarlos.


¿Cuales son los sectores productivos a cuidar en estos momentos en Mallorca?


Me gustaría poder facilitar la capacidad industrial y para ello debemos participar activamente en el REB, es decir, las ayudas que recibe la industria a través de él. El REB que tenemos ahora mismo está obsoleto, es de 1989 y me gustaría participar activamente en conseguir un REB nuevo para cumplir el reto marcado de mejorar la industria mallorquina. El escalón de la insularidad y la doble insularidad de Formentera debe suavizarse y no exigimos nada que no nos toque con los impuestos que pagamos al resto del Estado. Creo que es lo más justo; los hay que reclaman un AVE y lo tienen con el dinero que pagamos todos con nuestros impuestos, pues nosotros queremos salvar la insularidad y no hablo de cambiar la financiación autonómica, sino de tener unas garantías económico-fiscales que hagan competitivas nuestras empresas y el rendimiento de sus trabajadores. No será fácil, nos encontraremos muchas piedras en el camino y deseo que la Cambra ayude en lo posible a quitar algunas piedras en ese camino.

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