Leo en la Ultima Hora que estamos gastando otros 300 mil euros en la Playa de Palma en la realización de planes, proyectos, mapas, dibujos y otras cosas por el estilo. Ya llevamos millones de euros gastados en planes. Hay planes socialistas, planes conservadores, planes pesemeros y hasta planes independentistas. Hemos hecho vídeos de cómo quedaría la playa en progre, en nacionalista, en facha, en azul, en rojo o en amarillo. Hay de todo, menos un ladrillo. Ni un euro en trabajo real.
Ustedes verán: si no quieren que los ciudadanos se levanten y organicen una marimorena, más vale que dejen de hacer tonterías con nuestro dinero. Los seis años de decenas y decenas de personas, algunas de ellas muy respetables, mareando papeles en la Playa de Palma sin que aquello se traduzca en nada es una de las mayores vergüenzas de nuestra autonomía. Alguien tiene que acabar con esta vergüenza, tiene que poner orden, tiene que tomar decisiones, tiene que dar un golpe en la mesa. Si yo en mi casa estuviera haciendo planes de arquitectos durante seis años para reformar la casa y no tengo ni un duro para el albañil, mi familia me echaría. Pues eso.