Nuestro autonomismo: lo bueno, mío; lo malo, tuyo

Estoy maravillado con la fantástica propuesta que ha hecho la Cámara de Comercio para gestionar los aeropuertos de Baleares. Su modelo, propuesto este viernes a la prensa aprovechando que el ministro de Fomento estuvo por aquí, consiste en que aquí en Baleares nos haríamos cargo de los aeropuertos de Palma y de Ibiza. El de Menorca, en cambio, no podrá ser asumido porque tiene pérdidas. Es una idea genial. Hasta Aena, si no tuviera los aeropuertos que pierden dinero, sería negocio. Y es una idea profundamente coherente con nuestro autonomismo. Nosotros aquí, en Baleares, no vamos de autogobernarnos, sino de quedarnos con lo bueno del negocio, o sea Palma e Ibiza. Y Menorca, para Madrid. Con las carreteras hicimos lo mismo y nos fue estupendo: firmamos la cesión de la competencia con un dinero y al día siguiente estábamos en Madrid diciendo que no nos bastaba. Si nos decían que no, volvíamos a llorar todos juntos con lo que nos reforzamos; si nos dicen que sí, ellos pagan y nosotros, vía encomienda de gestión, gastamos (y adjudicamos las obras, ustedes me entienden). Es maravilloso. ¿Y lo que firmamos en su momento? Pero ahora, esta idea de los aeropuertos es completamente genial. ¿Ha leído usted cómo van a mejorar la gestión? Bueno, eso no toca ahora. Ahora sólo toca que los aeropuertos que dan dinero para nosotros y el que pierde que se lo quede Madrid. Defendemos que desde aquí se gestiona mejor lo que da dinero, pero no lo que pierde. Lo que pierde se gestiona mejora desde fuera. ¿No se nos va la mano a veces?