La Policía Nacional han detenido en Palma a una mujer búlgara de 34 años como presunta autora de una serie de hurtos y estafas, tras robar carteras a otras mujeres en comercios del centro de la ciudad y realizar cargos fraudulentos con las tarjetas robadas en una empresa con sede en Bulgaria. Cuando fue detenida, se le intervinieron dos teléfonos móviles y un lector de tarjetas bancarias.
La investigación, llevada a cabo por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría Centro, reveló la existencia de un grupo de mujeres que viajaban a Mallorca con el objetivo de cometer hurtos. Estas delincuentes operaban en comercios del centro de Palma con una estrategia bien definida y un reparto de funciones preciso.
Una de las técnicas utilizadas consistía en que una o varias de las ladronas, conocidas en el argot policial como "picadoras", utilizaban prendas de vestir del propio comercio para ocultar los objetos robados. Mientras una de ellas robaba las carteras de las víctimas -en su mayoría mujeres de edad avanzada-, otra compañera se encargaba de distraer a los empleados del establecimiento y a otras clientas para evitar que se percataran del hurto. Este método, denominado "pantalla", les permitía actuar con gran discreción y rapidez.
Los investigadores recopilaron numerosas denuncias de hurto y estafa, lo que llevó a identificar a dos mujeres como principales sospechosas. Ambas eran conocidas por los agentes y contaban con antecedentes policiales.
Hasta el momento, se han esclarecido 25 delitos: 13 hurtos, 11 estafas bancarias y un quebrantamiento de orden de alejamiento de una zona comercial de lujo en el centro de Palma. El total del dinero robado asciende a más de 8.300 euros, obtenidos en tan sólo cuatro días.
En el momento de su detención, la mujer llevaba un dispositivo electrónico capaz de leer tarjetas bancarias y realizar pagos mediante tecnología "contactless". Este lector, al estar conectado a un teléfono móvil con el software adecuado, permitía efectuar compras fraudulentas sin necesidad de introducir un PIN. Las pesquisas policiales revelaron que las transacciones se realizaban mayoritariamente a favor de una empresa con sede en Bulgaria.
Los agentes lograron comprobar que, al menos, once víctimas sufrieron cargos no autorizados en sus cuentas bancarias, todos ellos efectuados a través de compras online o pagos "contactless" en comercios.
Tras su paso a disposición judicial, la detenida ha recibido una orden de alejamiento de toda la ciudad de Palma. La investigación sigue abierta, con el análisis del contenido de los dispositivos móviles intervenidos y la posibilidad de nuevas detenciones en los próximos días.