Tras las dos primeras jornadas, parecía que las posibilidades estaban muy abiertas para un gran número de golfistas, entre ellos los favoritos Scheffler, Rahm o McIlroy - que llegó tocado de la espalda - a esta prueba final. La tercera jornada dejaba todo en un duelo entre el noruego y el campeón olímpico americano Xander Schauffele.
Seis golpes de ventaja eran muchos, pero no podía descartarse nada tras la remontada de Rory McIlroy el pasado año. Hovland y Xander Schauffele protagonizaron un domingo de los que hacen afición, a modo de aperitivo de la Ryder Cup en el italiano Marco Simone en apenas tres semanas. 63 golpes de Hovland; Schauffele, que igualó a Viktor - sin golpes extra - en el East Lake de Atlanta, 62. Jugaron 18 hoyos sin fallo, a nivel modo Dios.
La clave estuvo en el green del hoyo 14. El enorme esfuerzo del estadounidense le había permitido recortar tres golpes -había comenzado con seis de desventaja- a falta de cinco hoyos y Hovland tenía un putt de unos ocho metros. Un fallo reducia a dos la distancia a falta de cuatro hoyos.
Hovland, excelente en el juego corto y los greenes desde hace 15 días, tiró con determinación un putt dificilísimo y la bola entró por todo el centro. The end ¡ El ex alumno de Oklahoma State quiso poner la guinda con tres birdies en los tres últimos hoyos para abrir la diferencia a cinco.
El número 1 del mundo, Scheffler, errático en los greenes jugó al par del campo tras tripateos y un cuatripateo increíble en el hoyo 6, tuvo que conformarse con la sexta plaza. Jon Rahm, por su parte, empezó bien y colapsó cuando iba dos bajo par. El hoyo 8 que en la jornada anterior le anotó un doble bogey tras visitar el agua fue de nuevo letal, tiró al talud desde el bunker de calle, hizó bogey en este y los cuatro hoyos siguientes.
El de Barrika firmó 74 golpes, cuatro sobre par, con un bogey final doloroso. Concluyó en decimoctava posición, con -7, a 20 golpes de Hovland. Tercero fue Wyndham Clark y cuarto McIlroy.