En el hall de entrada coincidiríamos con gente conocida, entre ellos un nutrido grupo de artistas plásticos, pintores, escultores y fotógrafos. La organización nos deleitó con unos canapés, refrescos, agua, cava y vino. Al considerar que era el momento oportuno, nos conducirían a través de un pasillo, ascendimos unos peldaños hasta acceder a una sala con la luz tenue suficiente para moverse entre la multitud y los casi 500 metros cuadrados de espacio.
Después de unos segundos la periodista Beatriz Diez micrófono en mano nos daba la bienvenida y solicitaba nuestra atención, aconsejándonos que en los instantes siguientes convendría agudizar los órganos sensoriales.
Como estar situados en mitad de una sala de cine rodeados de pantallas, se dio inicio al espectáculo, comenzaron las proyecciones de imágenes en las paredes, en el suelo, sobre la ropa de los asistentes, sobre las caras se posaban cual tatuajes que aparecían y daban paso a otros. La música acompañaba imágenes de obras de Van Gogh que se repartían en todo el habitáculo, las texturas realzaban en primeros planos.
Puedes quedarte parado o caminar y entrar a una sala que recuerda el elemento simbólico para el artista de los girasoles, rodeados de espejos por todas partes en donde se produce un curioso efecto para los aficionados a la imagen y a la fotografía.
Al finalizar una señalización te conduce a la planta baja en donde a modo de escenario teatral, se recuerda la habitación de Van Gogh en Arlés que tantas veces plasmó a lo largo de su trayectoria.
He leído opiniones de público insatisfecho por el precio, por la incomodidad de estar de pie, por la estrechez, y no voy a entrar en estas disquisiciones , cada uno es libre de contar las sensaciones a su manera, pero hay algo en lo que no estoy de acuerdo y sí, quiero pronunciarme sobre quienes valoran este desde el punto de vista artístico y ciertamente no lo es.
No debe contemplarse como una visita a una exposición artística, es una experiencia virtual didáctica que muestra parte de la vida y de un trabajo artístico de uno de los pintores más significativos de la historia del arte.
Somos condescendientes con todo aquello que limita en la frontera de lo que es o no es arte. Asistimos a ferias y en la mayoría de ellas aceptamos manifestaciones de firmas, de sujetos que se encumbran hasta la gloria infinita, con una escultura invisible, un punto, una raya, una obra ausente, invisible y ponemos el pie sobre la cabeza de una idea conceptual, solo porque es didáctica.
Cuando Jorge Pardo y Paco de Lucía hicieron las primeras fusiones de flamenco jazz, los más puristas criticaron abiertamente aquella idea, ahora se la contempla como música de culto. Así que dejemos que pase un tiempo prudencial, antes de lanzarle torpedos a este barco.
No hay huella digital que se repita y no existe una misma percepción de diferente paladar, olfato, gusto, oído o tacto. No definiremos igual ninguna de las personas, nuestro paso por Van Gogh Experience y si no atiendan a las valoraciones de distintos artistas plásticos que estuvieron el día de la presentación:
Una nueva y espectacular forma de aprender a mirar y sentir los cuadros. Creo que es una manera muy interesante de despertar la curiosidad por el arte. Muy recomendable para todos los públicos.
Ángeles Cereceda (artista)
Mallorca
3, 2, 1, inmersión. Esta vez no en aguas del mediterráneo, está vez es una inmersión de color, de pintura, de arte. Van Gogh inmenso, íntimo y cercano. Una experiencia memorable.
Llorenç Garrit (artista)
"Una visita a la mente y al alma de Van Gogh desde sus inicios con tonos más ocres y terrosos hasta que explota en colores, paseando por un campo de girasoles o contemplando una noche estrellada te envuelven sus texturas, sus colores y pinceladas. Una experiencia sublime y diferente.
Por primera vez en Mallorca una exposición a la altura de grandes ciudades como Madrid o Barcelona, que sí apuestan al arte y la cultura."
Natu Dumrauf (artista)
Fantástica la visita a la Van Gogh Alive Experience. Oportunidad única de sumergirse en el universo en movimiento de V. V.G. Es una experiencia multisensorial donde te ves rodeada por las imágenes de sus obras acompañadas por las fragancias de las flores, los pensamientos del pintor y una música que enfatiza la fuerza de sus colores y sus pinceladas. Especialmente me emocionó poder formar parte físicamente en una de sus obras más conocidas.
África Juan (artista)
Van Gogh es sin duda alguna para mí, uno de los artistas que con el paso del tiempo más se revaloriza con ese poder contenido en sus obras de conmoverme y elevarme para después, volver a casa transformado.
Tuve la gran oportunidad de ir con mi pareja a ver el espectáculo audiovisual Van Gogh Alive Experience y se cumplieron las expectativas al vernos insertados en su mundo a merced de una coreografía de sus obras agigantadas por el movimiento y tamaño, reflejadas en paneles por doquier, a modo de laberinto agrandando el espacio con la ayuda del suelo trabajando como una pantalla más donde desfilaban sus ramas de almendro en flor en una etapa de atracción por la estética del arte japonés, y cuando no nos habíamos recuperado de la caída de los pétalos, te desangrabas a placer con la aparición sin pausa, de sus magnificados bodegones de ciclópea pincelada, estando el color y la luz navegados por nuestras miradas al tiempo que paseando, una cuidada selección musical se entrelazaban con nosotros y ese surtido escogido para dejar nuestros sentidos, reflexiones y sentimientos interiorizados hasta incluso la médula.
Volaban los cuervos sobre los trigales provenzales y sonó fuerte, el tiro quitándole la vida de esta manera tan dramática. Pero las imágenes no se detuvieron ni despidieron amargura.
La referencia de esta gran idea de cómo aproximar al publico de manera diferente la obra de Van Gogh, hacía tiempo que había llegado a mis oídos. Supe que deseaba verla. También entendí rápidamente que en Palma no sería posible hacerlo, porque esta ciudad parece vivir bien y provinciana alejada de los circuitos del arte.
He aquí que la buena sorpresa existe, que lo trajeron y cumplí un sueño al poder asistir.
Llegué a casa con la retina exultante y enseguida me puse a trabajar en base a unas fotografías sobre diferentes motivos de sus cuadros. Los artistas devoramos subjetivizando también lo disfrutado porque disfrutar fue otro verbo que unidos a la emoción, logró la compleja sinergia de la felicidad.
Al salir del recinto soñaba que podrían hacer una serie de diferentes pintores empleando el mismo formato.
Ya de camino a casa, mi pareja y yo nos hubiéramos dirigido directamente al aeropuerto y agarrar un vuelo, directo a Ámsterdam.
Emilio Ruíz Cardona (artista)
Grande Experience Van Gogh, fue percibir la gran magnitud de la libertad sin límite. Donde mi creatividad tomaba forma de manera inusual, disfrutando atrapada entre aromas e imágenes, espacios y lugares de la gran Obra del Artista. Es elevarte a ser elemento vital del significado del encanto artístico del Autor.
Francisca R. Sampol (fotógrafa MD Arte Mallorcadiario)
Como bien dice el título una extraordinaria experiencia poder visitar y saborear el ambiente de este gran holandés. Gracias a todos los que lo habéis hecho posible.
Pilar García (artista)
Experiencia única, abriendo tres sentidos a la vez: la vista: obras únicas en tamaño y en movimiento, oído: música que acompaña, olfato: perfumes para resaltar las emociones en un ambiente único.
Alberto Maté (artista)
Van Gogh Alive experience es un montaje audiovisual fantástico, que como un juego, permite conocer por medio de imágenes, olores y escritos la vida y la trayectoria pictórica del artista. Un montaje muy didáctico.
Lourdes Crespí (artista)
Tal vez os sorprenda si os digo que en mis dos visitas a la “Van Gogh Alive -The experience”, no he pensado en el Metaverso, ni en los NFT (non fungible tokens), la nueva tendencia en coleccionismo de la generación digital. A mi memoria, ha acudido la figura de mi padre, un viejo militar que me llevaba de la mano a visitar las galerías de arte de la ciudad , en un paseo que finalizaba con un “Variat” en una de esas viejas bodegas que olían de un modo que a veces relaciono con algún momento afortunado de mi trabajo.
Todas las artes necesitan que alguien te las ponga en suerte y te enamores.
Tal vez, las galerías se volvieron demasiado snobs, y los museos demasiado intimidantes. Es entonces cuando acude el viejo mundo del espectáculo: para seducir y enamorar.
La Van Gogh Alive! -con una tecnología sutilmente aplicada, es un show, un buen espectáculo sobre el arte, que utiliza todos los recursos sensoriales para contar, como en todo buen espectáculo, una historia -que en este caso- es la vida y la obra de Vincent Van Gogh, resaltando el mejor ingrediente de la paleta de pintor holandés: su pasión.
La Van Gogh Alive! es una forma de mirar y verse dentro de la pintura; y por encima de todo, de divertirse. Porque el arte, nació para hacer vivir y sentir.
Jaime Roig de Diego (artista)
Espero que vaya mucha gente y Palma vuelva a acoger experiencias relacionadas con el mundo de los grandes maestros pictóricos, me parece un lujo que lo hayan traído aquí. El montaje permite acercar al público de todas las edades ya que el entorno es mágico, las proyecciones te permiten integrarte en la obra y jugar con las luces como cuando eras niño y plasmabas sombras en la pared. Girar una y otra vez en círculo ya que cada ángulo te emociona con obras diferentes, fui a la inauguración pero volveré a ir antes de que acabe ya que es como cualquier tipo de arte que te emociona, museos, musicales, cine, teatro reclama una segunda vez para asimilar y disfrutar los detalles.
María Dolores Mateos (artista)
Vincent Willem Van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en el seno de una humilde familia, hijo de un pastor protestante neerlandés llamado Theodorus y de Anna Cornelia, una mujer trabajadora al cuidado de sus hijos. Fue el mayor de otros cinco, Theo, Cornelius Vincent, Elisabetha Huberta, Anna Cornelia y Wilhelmina Jacoba. No tuvo una infancia fácil, paso por diferentes internados, hasta que de adolescente viviría unos años con otra familia y a los quince años dejaría los estudios.
Vincent Van Gogh decía: Mi juventud fue triste, fría y estéril.
Sus problemas de carácter siguieron a lo largo de los años y formaron parte de su personalidad. Posiblemente esa lucha interna provocó la intensidad que muestran algunas de sus mejores piezas. No pudo disfrutar en vida de su éxito, del reconocimiento de su trabajo que destacó como uno de los máximos exponentes del postimpresionismo.
Fallecía el 29 de julio de 1890 y con el paso del tiempo se convertiría en uno de los artistas más renombrados de la historia del arte mundial.
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Se acabó la función de ese día, Van Gogh necesitaba descansar después de una dura jornada.
Quien piense asistir dispone de tiempo hasta el 5 de septiembre, el horario; desde las 10.00 h hasta las 22.00 h
Texto: Xisco Barceló
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