Con motivo del inicio de la temporada turística, se ha incrementado la presencia policial en diversos lugares de Palma, sobre todo en Playa de Palma, aeropuerto de Son Sant Joan y zona centro, con el objetivo de prevenir diversos delitos, llevando a cabo un dispositivo policial que se desarrollará todo el verano y que se ampliará a otras zonas de la ciudad, así como el puerto, aeropuerto y estación Intermodal, con vigilancia y controles.
Dicho dispositivo lo integran agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, especialmente los Grupos Operativos de Respuesta (GOR) y de la unidad de Motos, a lo que hay que sumar el grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Playa de Palma, Centro y Oeste, con la colaboración de Policía Local de Palma.
El operativo está integrado por unidades de paisano y uniformadas, siendo significativo que la mayoría de detenciones son 'in fraganti', siendo el origen de los detenidos muy variado pertenecientes a varias nacionalidades.
La tipología delictiva que se han encontrado los policías es primordialmente el hurto, con carteristas y descuideros, siendo la zona de actuación la arena de la playa por las noches, aprovechando que los turistas acuden a la zona para bañarse, mantener relaciones o reunirse en grupo aprovechando el entorno del litoral de Palma.
Últimamente se está dando la circunstancia que los ladrones actúan en grupos de dos o tres personas todo ello para garantizar su éxito, ya sea para dar cobertura y avisar de la presencia policial o de víctimas especialmente potenciales, o pasar los efectos sustraídos de unos a otros para dificultar la actuación policial.
También se producen hurtos en los establecimientos hoteleros a clientes que dejan sus pertenencias en las inmediaciones de la recepción o entrada al hotel, aprovechando un descuido para sustraer bolsos y mochilas. Esta circunstancia también se produce cuando los turistas se encuentran en establecimientos de restauración y dejan los bolsos y bandoleras colgadas de las sillas, siendo sustraídas por parte de los malhechores de forma rápida y sigilosa.
Del mismo modo se producen hurtos de día en la playa a bañistas y por la noche a turistas que se encuentran en estado de embriaguez y se dirigen a sus hoteles.
De forma subsidiaria y menos habitual se producen otros delitos como robos con violencia e intimidación, agresiones y estafas, sin olvidar como es obvio el tráfico de drogas, preponderantemente marihuana, que se ofrece en la vía pública a los turistas.
Respecto a la zona centro lo más habitual son los carteristas que seleccionan a sus víctimas y les sustraen las carteras del interior de los bolsillos de los pantalones, bolsos y mochilas, de forma discreta y cautelosa, sin que las víctimas se percaten de ellos.
En lo que se lleva de la operación verano se han detenido a más de 120 personas como presuntos autores de delitos de hurto en sus diferentes modalidades.
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