Según informaron fuentes del Cuerpo en un comunicado, la investigación y seguimiento de la embarcación resultó laboriosa, ya que su dueño evitaba estar localizable para la recepción del requerimiento o dificultaba la localización de la misma inscribiéndola en puertos con datos antiguos, trasladándola al extranjero o fondeando en costa sin entrar en puertos.
Al tener conocimiento de que esta embarcación tenía previsto dirigirse desde Baleares hacia la Península, la Policía Nacional llevó a cabo un despliegue para proceder a su interceptación y traslado a Cartagena.
La intervención del yate ha sido realizada por las Brigadas de Policía Judicial de Cartagena y de la Audiencia Nacional.