En una ceremonia celebrada este viernes en el patio de La Misericòrdia, en Palma, la presidenta del Coiba, María José Sastre, ha recordado que 2020 ha sido un año "muy duro, con momentos agrios y dulces, llenos de incertidumbres, que las enfermeras han tenido que superar con profesionalidad".
En este sentido, el Coiba ha reconocido "la admirable capacidad de adaptación que han tenido las enfermeras" ante la nueva situación, "con protocolos cambiantes, falta de equipos de protección al principio, y muchas dudas sobre la evolución de un virus inicialmente desconocido".
Sastre ha recordado "la excelente disponibilidad" de las enfermeras jubiladas y de las profesionales en activo que han renunciado a días libres y vacaciones para seguir en primera línea. "Somos consciente del esfuerzo realizado. Del cansancio físico y del cansancio más duro y terrible, el emocional", ha apuntado la presidente del Coiba.
En todo caso, según ha indicado la dirigene colegial, queda pendiente una revisión a fondo de las carencias del sistema sanitario que esta pandemia, en su opinión, "ha hecho aún más visibles", entre las que ha citado la falta de enfermeras y las dificultades de un sistema más centrado en las enfermedades agudas que en la prevención y la educación para la salud.
Al acto ha asistido, entre otros responsables institucionales, el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs. En cambio, no ha podido estar presente la consellera de Salut i Consum, Patricia Gómez, al haber coincidido la fecha de la ceremonia con un viaje a Menorca donde ha presentado el nuevo proyecto de uso del antiguo hospital Verge del Toro.
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