Así lo recoge la Estadística de Procedimiento Concursal del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este viernes. De estos concursos, 109 afectan a empresas (21 personas físicas con actividad empresarial, seis sociedades anónimas, 80 sociedades de responsabilidad limitada y dos de otro tipo) y 70 corresponden a personas físicas sin actividad empresarial.
Por tipo de concurso, la mayoría fueron voluntarios (174), y por procedimiento abreviado (159). En ningún caso existía una propuesta anticipada.
Una veintena de las empresas concursadas se dedicaban a la hostelería, lo que refleja el impacto del COVID-19 en el tejido productivo de Baleares. También destacan los concursos en el sector de la construcción (15) y el comercio al por menor (14).
Por tramo de asalariados, la mayor parte eran empresas pequeñas: sin asalariados (21), de uno a dos trabajadores (30), o de 3 a 5 (20). Tres de ellas tenían más de 100 empleados.
Por volumen de negocio, la mayoría se sitúan por debajo de los 500.000 euros (43 hasta 250.000 euros y 21.000 hasta 500.000) y cuatro superaban los diez millones.
Por antigüedad, 35 de ellas tenían menos de cuatro años, y sólo 19 tenían más de 20 años de recorrido.
Solamente en el mes de diciembre constan 49 familias y empresas que se declararon en concurso de acreedores, cinco más que el año anterior. Sólo uno de esos concursos fue necesario, y el resto voluntarios. La mayoría se hicieron por procedimiento abreviado y todos sin propuesta anticipada. Un total de 12 concursos afectaban a personas físicas sin actividad empresarial; siete concursos eran de empresas de hostelería.