La Audiencia Provincial de Navarra ha promulgado la primera sentencia por corrupción deportiva en la historia del fútbol español. La resolución judicial condena a cinco exdirectivos de Osasuna y dos exjugadores del Betis a diferentes penas de prisión y al pago de multas económicas al entender que en la temporada 2013-2014 se confabularon para pactar el amaño de dos partidos de fútbol con el objetivo de que el club de Pamplona pudiese eludir el descenso a Segunda División.
Por parte de Osasuna, las condenas han recaído en los antiguos directivos Miguel Archanco, Juan Antonio Pascual, Jesús Peralta y Sancho Bandrés, y el exgerente Ángel María Vizcay. En el caso del Betis, las penas han sido impuestas a Antonio Amaya y Xavi Torres, jugadores que en ese momento defendían la camiseta verdiblanca. Además, el fallo judicial ha extendido las penas a los agentes inmobiliarios Cristina Valencia y Albert Nolla.
Por el contrario, la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Navarra ha exculpado a dos de los imputados inicialmente en la causa: el exgerente de la Fundación Osasuna Diego Maquirrain y el exjugador bético Jordi Figueras.
La resolución aprecia la comisión de sendos delitos de apropiación indebida, falsedad en documento mercantil, falsedad contable y corrupción deportiva. La pena más importante ha recaído en el exgerente de Osasuna Ángel María Vizcay, al que se ha impuesto 8 años y 8 meses de prisión. Por su parte, los futbolistas Antonio Amaya y Xavi Torres han sido condenados a un año de cárcel.
La sentencia considera probado que el entonces gerente de Osasuna, junto a los exdirectivos del club rojillo anteriormente citados, llegaron a un acuerdo con los jugadores béticos para que en la jornada 37 de la temporada 2013-2014 derrotasen al Real Valladolid, rival directo de los navarros esa campaña en la lucha por evitar el descenso. El pacto establecía también que a la jornada siguiente el Betis sucumbiera ante Osasuna en el estadio del Reino de Navarra y permitiera que el cuadro local sumase los tres puntos en juego.
Curiosamente, aunque Osasuna se impuso a los andaluces por 2-1 en ese partido, la concatenación de otros resultados impidió que los rojillos pudieran salvar la categoría.