Los psicólogos, dejan claro que "es fundamental que los menores comprendan que esta nueva situación no son unas vacaciones, sin permitir que el miedo o el pánico se apodere de ellos. Por eso, es importante mantener las rutinas programadas y establecer algunos momentos destinados a reflexionar sobre lo que está sucediendo, lo que piensan y lo que les preocupa".
Además, apuntan "todos sabemos los beneficios de pautar una rutina diaria en el desarrollo de los/as niños/as, y esta situación no es distinta. En este sentido, establecer un horario será muy útil tanto para los/as pequeños/as, como para sus cuidadores. Una buena manera de establecer esos horarios puede ser por la noche. Decidir entre todos como se organizará la siguiente jornada ayudará a que los niños/as estén más tranquilos y aumentará la sensación de control y ocupación de los/as cuidadores".
Por ello y primando que los horarios no han de ser fijos sino flexibles, el Colegio de Psicólogos destaca las siguientes actividades aconsejables mientras dure el confinamiento:
Levantarse, asearse, vestirse (aunque sea con ropa cómoda de estar por casa).
Desayuno, aprovechar para hacerlos más completos y participar todos en su elaboración.
Tareas domésticas: es un buen momento para trabajar la autonomía de los menores al disponer de tiempo para enseñarles tranquilamente y de forma positiva: hacer la cama, recoger la habitación, colaborar doblando ropa, organizar algún cajón o armario juntos... este tipo de actividades los mantendrá entretenidos y les permitirá sentirse satisfechos.