El jugador, que devolvió la cantidad defraudada antes del juicio y pagó una multa, declaró que era su padre quien se encargaba de la gestión económica.
Messi y su padre estaban acusados de tres delitos contra Hacienda por haber defraudado en las declaraciones del IRPF de 2007 a 2008 la gestión de los derechos de imagen del futbolista.