Ustedes verán: ya no quedan líneas aéreas españolas, cuando nuestro querido gobierno decide plantear una normativa sobre cómo se han de cerrar las compañías que ofrecen servicios aéreos. Humilde maestrillo, que lo ignoro todo de aviones y de bancos, yo me atrevería a sugerir que se olviden de las líneas aéreas, que ya no queda más que una que pueda cerrar y que, en su lugar, hagan el esfuerzo de regular cómo ordenan los cierres de bancos.
Si con las líneas aéreas a uno le birlan los 100 o 200 euros de un vuelo, con la crisis de la banca la cosa me da que puede ser mucho más seria y, pese a ello, no tenemos normativas. Por ejemplo: que nos avisen unos días antes para que saquemos el dinero del banco, que nos lo comuniquen en tiempo y forma.
Vaya, ¡quién hubiera dicho hace cinco años que estaríamos en estas!