Los bomberos han debido interrumpir las tareas de extinción de incendios en algunas de las zonas afectadas por los virulentos fuegos que amenazan amplias regiones pobladas de Australia. Los principales focos se sitúan en Nueva Gales del Sur, donde se está procediendo a la evacuación masiva de habitantes en las ciudades más próximas a las llamas.
La voracidad de los incendios que se han propagado en diversas zonas de Australia, particularmente en el estado de Nueva Gales del Sur, está trayendo en jaque a los bomberos, que, a causa de la necesidad de preservar su propia seguridad, se ven impotentes ante la virulencia de las llamas.
En estos momentos, el principal foco de incendio se sitúa en Queensland y las localidades de su entorno. Los bomberos han ordenado su inmediata evacuación ante el peligro inminente que la cadena de fuegos supone para los habitantes. Por parte de los responsables de los efectivos de seguridad, se ha informado sobre la imposibilidad de que las brigadas de extinción actúen directamente en los incendios mientras estos no pierdan algo de magnitud, pero, al mismo tiempo, han tranquilizado a la población en torno a la disponibilidad de los bomberos para reanudar las tareas en aquellos puntos en que éstas han debido interrumpirse.
La última actualización de la evolución de estos siniestros arrojó el escalofriante dato de 85 incendios ardiéndose al mismo tiempo en Nueva Gales del Sur. Además de la vegetación, la fauna animal está siendo la principal damnificada por la situación. En este sentido, se estima que unos 350 ejemplares de koala, animal muy característico de esta región australiana, han muerto calcinados.
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