El 76 por cien de los lectores afirma seguir las recomendaciones para proteger su piel cuando toma el sol

Sin una protección adecuada, los especialistas en la salud alertan que una persona puede sufrir diferentes efectos adversos. Desde irritaciones, rojeces y quemaduras en la piel; hasta deshidratación, dolor de cabeza, fiebre, náuseas, mareos, lipotimia, entre otros.

Expertos en la piel recuerdan que la dermis “tiene memoria”. Por lo que, las agresiones que reciba la piel, sobre todo en edades tempranas, pueden repercutir con el tiempo, en edades más adultas con resultados negativos para la salud en general.

Es por ello, que cada temporada estival se suceden las publicaciones advirtiendo de estos efectos y dando una serie de recomendaciones.

En este sentido, el 76,1 por cien de los lectores dice seguir las recomendaciones para proteger su piel cuando toma el sol; frente al 23,9 por cien que afirma no seguirlas.

Algunas de ellas podrían ser:

Evitar el sol al mediodía: de 12 del medio día a 3 de la tarde son las horas donde los rayos solares son más intensas, por lo que se recomienda no realizar actividades de intensidad física en esta franja horaria y evitar el sol directo.

Elegir el factor de protección solar adecuado: Usar crema solar es fundamental. Es importante elegir un factor de protección que sea adecuado y se adapte al tipo de piel y a la intensidad de los rayos UVA. Especialmente, durante los primeros días del verano.

Calcular el tiempo de la exposición al sol: multiplicar el tiempo de protección natural de la piel por el factor del protector solar dará como resultado el tiempo de exposición. Así, una persona con piel clara, tendría una protección natural de tipo 10, multiplicado por un factor de protección 15, esta persona podría realizar una exposición solar de 150 minutos.

Usar suficiente protector solar: No solo es necesario utilizar suficiente crema solar, sino también repetir la operación repetidamente.

Protegerse con antelación: Es importante impregnar la piel con protector solar unos 20 a 30 minutos antes de la exposición.

Protección solar desde el interior: Incluir alimentos con antioxidantes adicionales como la vitamina E, el licopeno, el betacaroteno o los polifenoles reforzará la protección natural de la piel.

Evitar el uso de cremas solares poco fiables

La ropa también protege: los materiales textiles también ayudan a proteger la piel ante el sol. Incluso existen tejidos con una acción protectora específica y que está indicado con un logotipo amarillo.

No olvidar las gafas de sol: Los ojos también sufren la acción nociva de los rayos del sol. Es muy importante usar gafas de sol homologadas.

Cuidados tras la exposición al sol: Tras sufrir una quemadura, es importante aplicar geles calmantes e hidratantes, beber mucha agua y acudir a un centro médico.