- ¿Cómo están los ánimos?
No me queda otra que ser positivo. El primer o segundo día después de un resultado adverso no suele ser los mejores. Es la ley del fútbol, es como la ley de los vasos comunicantes: para que uno esté contento otro tiene que estar triste, aunque siempre tratas de sacar cosas positivas y la conclusión positiva que le estoy sacando yo es que el equipo, en el tiempo que llevo aquí, está jugando como un equipo, es decir, todos juegan a lo mismo y hemos conseguido tener unos partidos la portería a cero. Detrás hemos mejorado, delante no estamos acertados.
- ¿Cuál es la clave de la regularidad?
Los resultados son la medicina que hace que tu motor funcione bien. Hace que tengas confianza y que todo sea más fácil, tanto a nivel individual como de equipo. La regularidad te da que no puedas ir a ganar al FC Barcelona pero que si puedas ganar a los de tu categoría. En cambio cuando es al revés eres frágil. Ahora tenemos un estado de ansiedad que nos hace pensar en ganar antes de saltar al campo y eso es imposible. No jugamos con calma y así no se consigue nada.
- ¿Se ha contagiado el club y la afición de esa ansiedad?
Toda la institución, desde arriba hasta abajo estamos ansiosos y eso no ayuda, aunque lo entiendo. Aquí los más pacientes son los aficionados pero los demás jugamos cada partido como una final, pero al final solo va a haber una. Por eso trato de encauzar toda la energía que puedan llegar los resultados.
- Es verdad que se encajan menos goles, pero la pólvora está mojada…
Arriba no tenemos gente que haga muchos goles. Son futbolistas de trabajo y quizá nos hace falta un especialista. Un Messi de Segunda B nos vendría muy bien (risas). Detrás hemos mejorado, delante no estamos acertados. En los últimos tres partidos hemos sacado cinco puntos. Es lo que hay y debemos seguir.
-Su aterrizaje en el club no llega en el mejor momento. ¿Cómo lo está viviendo usted?
Mal, muy mal. Aunque después reflexiono y pienso que no soy yo el responsable de todos los males. Si no consigo sacar a este equipo me lo voy a tomar como un fracaso personal y así lo siento. En cuanto un partido no sale porque te marcan en el ’93 comienzas a darle vueltas a las cosas y es un sin vivir, pero es parte de la profesión.
- ¿Cree usted en un proyecto a largo plazo o está aquí de paso?
Creo que si el equipo desciende el club tomará medidas a todos los niveles. Que yo siga aquí pasa por salvar al equipo, aunque también te diré una cosa; así como somos candidatos al descenso, no somos los únicos. Somos candidatos tanto al descenso como a la permanencia. Los resultados marcan el que siga un entrenador o no. Así, cuando se gana es culpa de todos y cuando se pierde del entrenador.
- ¿Está preocupado?
Continuamente, aunque suelo tener una relación muy cercana con los jugadores e intentamos darnos ánimos durante la semana unos a otros y llegamos al fin de semana cargados de energía, pero cuando no ganas una vez y otra se debe volver a arrancar de nuevo.
- ¿Cree que el equipo se va a salvar?
Sí. Y no porque me toque decirlo sino porque ahora mismo jugamos contra rivales que no son ‘cualquiera’ ni nos están ganando de cualquier manera. Tenemos un equipo competitivo que tiene un ‘hándicap’ que es la ansiedad.
- La recuperación del capitán ¿es un valor añadido para el equipo?
La recuperación de Xisco y la incorporación de Rovirola son dos grandes noticias para el equipo. Xisco es un jugador diferente y es un referente para la afición. Cuando él coge la pelota pasan ‘cosas’ y nos vendrá muy bien de cara a lo que queda, aunque le costará coger ritmo a tiempo. Deberemos optimizar lo mejor de él.
- ¿Va a acabar la temporada?
Si. O bueno, eso espero ya que no depende de mi. La verdad es que no me lo he planteado pero también te digo que si la solución es que me vaya yo me voy. Hasta ahora la solución de cambiar al entrenador no ha funcionado y seguimos en las mismas. Siete partido, siete puntos son números de descenso pero son los mismo que los anteriores.
- ¿Cómo se encuentra el club cuando llega?
La afición aquí es sorprendente. He estado en otros clubs y cuando no salen las cosas se paga con críticas al entrenador, al club… pero aquí no. La masa social es impresionante y personalmente me siento respaldado.
- ¿Cómo motiva a sus jugadores cada lunes?
Cuando las cosas no salen quieres buscar culpables, pero yo a los míos les digo que no voy a juzgar en caliente, que hasta que no me haya visto el partido de nuevo y lo haya analizado no puedo sacar conclusiones. A los jugadores el lunes hay que felicitarlos, las críticas van después.
- Vamos a esos partidos. Siete finales como nos gusta llamarlo a la prensa ¿Si no se logra la permanencia qué pasa?
Será una decepción sobre todo para el club, porque los demás estamos de paso. Para un club que el año pasado juega el playoff de ascenso esto es un mal trago. No solo no es no conseguir el objetivo del ascenso, si no el pensar que se puede conseguir un resultado y que se consiga todo lo contrario es muy duro.
- ¿Y el próximo partido?
Es el más importante. Eso es más antiguo que la orilla del río, aunque ahora parezca que lo ha inventado el ‘Cholo’. Para nosotros es lo más importante. Cada partido es fundamental porque el margen de cada vez es menor.
- ¿Qué tecla debe tocar usted para encadenar victorias?
Mantener el orden defensivo y tratar que la ansiedad que tenemos desde el pitido inicial se calme. Debo hacerles creer a los delanteros que no son tan malos, que si están aquí es porque en algún momento han hecho algo en el fútbol y deben recuperarlo para dar su mejor versión.
- ¿Es difícil entrenar en esta situación?
Muy difícil. Las dos horas de entrenamiento son lo de menos ya que tengo un grupo humano fácil de llevar y el ambiento no está enrarecido, pero luego sales de aquí y quedan otras 22 horas y, aun sabiendo que no soy el principal responsable de esta situación, ya que el equipo está donde lo cogí, he aceptado entrenar un club que tiene un objetivo y si no lo cumples te sientes y lo pasas muy mal.
- ¿Compensa?
Cuando un entrenador cobra una cantidad elevada creo que está totalmente justificado. Por decirlo de alguna manera, te estás jugando la vida, el corazón va a mil. La gente solo conoce la parte bonita del fútbol, los entrenadores con ‘glamour’. He tenido la suerte de haber ganado bastante en mi carrera deportiva porque he tenido muy buenos equipos pero los últimos que he entrenado han pasado por situaciones difíciles y vivir la otra cara de la moneda es complicado; se pasa mal.
- ¿Se ve entrenando al Atlético Baleares la temporada que viene?
Sería ideal pero eso pasa por salvar al equipo y para salvar al equipo hay que ganar el domingo. Esto es un juego de inmediatez.
- ¿Le estamos tratando bien en Mallorca?
Me siento estupendamente. No había estado nunca en Mallorca y me doy cuenta de que el trato de la gente es exquisito y me daría muchísima pena tener que irme de aquí con la sensación de no haber hecho lo que debía. El Baleares es un club con unas posibilidades tremendas y a nivel personal no sacar de donde está al equipo sería una decepción tremenda.