La premier británica deberá emplearse a fondo para convencer a los parlamentarios y conseguir, así, la prórroga para la salida del Reino Unido de la Unión Europea después de lograr un acuerdo de aplazamiento hasta el 22 de mayo, supeditado precisamente a que el Parlamento británico apruebe el pacto de retirada.
De no conseguirlo, Londres dispondrá hasta el 12 de abril para decidir si oporta por una ruptura abrupta.