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'Que vengan extranjeros solventes a vivir aquí sería un buen complemento a nuestra economía'
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"Que vengan extranjeros solventes a vivir aquí sería un buen complemento a nuestra economía"

Por Josep Maria Aguiló
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jmaguilomallorcadiariocom/8/8/23
sábado 31 de octubre de 2020, 09:24h

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El Cercle d'Economia de Mallorca celebró hace unos meses su 25 aniversario. Su vicepresidente, Lluís Quetglas (Palma, 1954), pone en valor durante esta entrevista la labor de análisis y de presentación de propuestas que lleva a cabo esta reconocida entidad desde sus inicios. Economista e inspector de finanzas del Estado en excedencia, la trayectoria profesional de Quetglas se ha repartido entre la Administración y la empresa privada, por lo que conoce a la perfección ambos ámbitos.

¿Con qué finalidad nació el Cercle d'Economia?

El Cercle d'Economia nació con la intención de conseguir mejorar el bienestar social de los ciudadanos de Mallorca, partiendo de la premisa de que los elementos económicos son fundamentales para esa mejora. Trabajamos desde la óptica de que debe aumentar la riqueza y de que ésta tiene que llegar a toda la sociedad.

¿Cuál es la situación económica actual en Baleares?

Ahora somos la comunidad autónoma que tiene el peor escenario económico de España. En ese contexto y partiendo de nuestros análisis, queremos por ejemplo impulsar una serie de acciones, para que si en el futuro volviera a pasar algo parecido a lo que estamos viviendo ahora, no nos encontremos en una situación tan débil como la actual.

¿Qué consecuencias están extrayendo de la actual crisis?

Esta crisis nos ha hecho reflexionar, por ejemplo, sobre la situación actual de nuestro modelo económico y productivo. La agricultura, la pesca y la industria suponen sólo el 6 por ciento de nuestro PIB, lo que significa que el bienestar y la riqueza dependen del turismo. Se trata de una dependencia extrema, que nos tiene que hacer pensar y ver si realmente esa estructura productiva es sostenible. La respuesta sería claramente "no". A partir de ese análisis, estamos preparando varias propuestas, que vamos a presentar a los agentes sociales y al Govern.

"Debemos complementar el turismo, que es insustituible, con otras industrias"

¿Cuál debe ser el papel del turismo en nuestra economía?

El turismo es nuestra principal fuente de riqueza y es imposible sustituirlo por otras industrias. Hay que cuidarlo, mantenerlo y mejorarlo. Ahora bien, lo que sí podemos hacer es complementar el turismo con otras industrias, entre otras razones porque el turismo masificado supone poca cualificación y eso hace que tengamos unos niveles salariales bajos. Desde el Cercle, nosotros planteamos que en Mallorca tenemos también otro activo, igualmente muy importante, que es que muchísima gente quiere vivir aquí, incluidos numerosos empresarios foráneos. Y ese activo no se está aprovechando como debería. Por lo tanto, hay que crear una estrategia para, precisamente, atraer nuevas inversiones ofreciendo diversas facilidades para que esos empresarios vengan.

¿Tendríamos que apostar quizás por las nuevas tecnologías?

Sí, totalmente. Además, no hace falta irse muy lejos para ver qué ciudades o qué autonomías hicieron esa apuesta en su momento y hoy nos llevan veinte años de ventaja. Nosotros hemos estado estudiando por ejemplo el caso de Málaga, que creó una fundación precisamente para impulsar las inversiones que se consideraban estratégicas. Esa ciudad cuenta hoy con un polígono industrial tecnológico que ya tiene unos 20.000 empleados. Han tardado veinte años en hacerlo, pero lo tienen ya. El País Vasco representa también un ejemplo de las facilidades que desde hace quince o veinte años están dando algunos territorios para atraer inversiones.

¿En Mallorca no ocurre así?

La verdad es que no. En Mallorca conocemos casos de empresarios que querían invertir en la isla, con proyectos además sostenibles, que no lo han hecho porque se han encontrado con todo tipo de problemas, incluido el hecho de tener que ponerse en contacto con tres o cuatro administraciones diferentes. En ese contexto, lo que planteamos es que Mallorca sea un destino "friendly" —amable— con las inversiones, que facilite aquellas inversiones estratégicas que previamente se hayan considerado como tales. Eso permitiría contratar a gente con más cualificación, que mejorasen los salarios y que se diversificase nuestro sector productivo. Como le comenté hace un momento, estamos a favor del turismo y de mejorarlo, pero también de favorecer inversiones alternativas.

"Ahora necesitamos que haya protección social y que se den facilidades crediticias a las empresas"

¿Deberíamos seguir el ejemplo de Málaga y del País Vasco?

Sí, pensamos que sí. Lo que planteamos es copiar lo que han hecho Málaga y el País Vasco, es decir, aprovecharnos de su experiencia para poder crear un vehículo que precisamente facilite las citadas inversiones estratégicas. Cuando nos planteamos el futuro de Baleares, entendemos que es necesaria la creación de ese vehículo, que podría ser una fundación, que por una parte permita la implantación de empresas y que por otra agilice el funcionamiento de la Administración. Ese vehículo tiene que ser un ente que polinice, que contacte con las administraciones y con la sociedad civil. En el caso de Málaga, ese vehículo concreto es la Fundación Ciedes, que sólo tiene cinco empleados.

¿Esa línea de actuación sería la adecuada incluso en las actuales circunstancias?

Sí, sobre todo teniendo en cuenta que hoy está muy activa la colaboración público-privada, que es la única manera para lograr que lo que se plantea sea efectivo. Si en Mallorca se crease una fundación similar a Ciedes, lo que haría ese ente sería, por ejemplo, orientar a las empresas que deseasen venir a la isla sobre dónde se podrían instalar. Esa fundación podría también hablar con los bancos sobre posibles líneas de financiación o contactar con la UIB para saber cuántos empleados necesitarían esas empresas o qué formación precisarían, para que se pudiera contratar también a gente de la isla. Sería una estrategia que se tendría que iniciar ahora, si bien los frutos se recogerían ya a medio y largo plazo.

¿Qué podemos hacer ahora a corto plazo?

A corto plazo, la solución es que se siga haciendo lo que ya ahora está en marcha, como por ejemplo los ERTE, que son imprescindibles para proteger a la población. Hay que ayudar a las empresas para que no desaparezcan y mantener el tejido productivo, para que cuando se encuentre ya la solución al Covid-19 las empresas puedan arrancar enseguida. Así pues, por una parte necesitamos que haya protección social y que se den facilidades crediticias a las empresas, lo que significa que el Estado deberá seguir aportando fondos. Por otra parte, necesitamos medidas drásticas para controlar la pandemia. En ese sentido, Canarias es una referencia, que además ya da frutos, pues ya tienen abierto el mercado inglés y el alemán.

"Es necesario un capitalismo social, que tenga presente que se ha de repartir mejor la creación de riqueza"

¿El capitalismo podrá resistir esta crisis?

Si miramos qué países ofrecen más bienestar a su población, vemos que son los que tienen economía de mercado. Aun así, el capitalismo y la economía de mercado se han de revisar continuamente, con el objetivo de seguir contribuyendo a mejorar el bienestar de todos los ciudadanos. En ese sentido, creo que ahora necesitamos un cambio, pues la generación que nació a partir de los años ochenta tiene la sensación de que vive peor que la de sus padres. Hoy es necesaria una revisión del concepto ultraliberal del capitalismo, pues el objeto del capitalismo ha de continuar siendo mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, con unas estructuras que consigan ese objetivo. Es necesario un capitalismo social, que se preocupe por toda la comunidad y que tenga presente que se ha de repartir mejor la creación de riqueza, para que haya menos desigualdades.

El Cercle ha creado el 'Semáforo Covid de Baleares'...

Efectivamente. Decidimos crearlo porque pensábamos que existía una gran confusión sobre nuestra situación en relación a la pandemia, a veces por un exceso de datos y de estadísticas. En el 'Semáforo Covid', que puede verse en un enlace específico de nuestra web, aparecen los cinco principales indicadores que hay que tener siempre en cuenta cuando se habla del coronavirus, como por ejemplo la tasa de positividad o el número de nuevos casos por cada 100.000 habitantes. Para cada uno de esos indicadores hacemos servir los mismos colores que tiene un semáforo. De ese modo, con sólo mirar el color de cada indicador, podemos saber de inmediato en qué situación se encuentra Baleares. Ahora tenemos dos indicadores en verde, uno en amarillo y dos en rojo. Hasta que los cinco indicadores no estén de color verde, no vendrán los turistas.

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