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Isabel Guarch o la pasión y el respeto por un oficio ancestral
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(Foto: J. Fernández Ortega)

Isabel Guarch o la pasión y el respeto por un oficio ancestral

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Para la entrevista de esta semana, nos habíamos citado con nuestra protagonista en el lugar en el que diseña sus piezas de edición única. Nos situamos en la Plaça del Mercat de Palma frente a la fachada de la tienda, llamamos, y una mujer con amable gesto nos invitó a entrar.

Buenos días y bienvenidos - Comentó Isabel, que nos esperaba en la parte inferior del local. Una luz tenue te recibe con calidez y los ojos van adaptándose a los dos habitáculos, recepción y espacio privado. Te envuelve una muestra de sus invenciones, colocadas meticulosamente tras los cristales de unas elegantes vitrinas.

Aquí es donde se recibe al cliente y se le escucha, el trato personal para nosotros es prioritario. Aunque algunos nos conocen bien y han pasado de una misma familia, la abuela, la madre y ahora la hija, siempre hay que saber escoger el objeto ideal para quien vaya a lucir una joya. Por su porte, su manera de vestir, sus facciones…

María Isabel Guarch Hernández nace en Palma el 22 de febrero de 1966, el mismo año en que Georges Pompidou era reelegido en Francia, cuatro bombas atómicas caían en España cuando dos aviones estadounidenses colisionaban, tres de ellas cerca de Palomares y una próxima a Almería, era elegida Indira Gandhi para cubrir el cargo de primera ministra en India, se colocaba por primera vez un corazón artificial en un hospital de Houston, se daba inicio a la construcción del Wolrd Trade Center, el mes de agosto en San Francisco, The Beatles tocaban el que sería su último concierto, se elegía en Cleveland el primer alcalde negro en una ciudad estadounidense, nacían; Cindy Crawford, Halle Berry, Salma Hayek, Helena Bonham Carter, fallecían; Alberto Giacometti, Montgomery Clift y Walt Disney, se editaba; A sangre fría de Truman Capote, se hacía con varios Óscar “Un hombre para la eternidad”, Mejor Película, Mejor actor Paul Scofield, Mejor Director Fred Zinnemann y Elizabeth Taylor conquistaba el de Mejor Actriz en ¿Quién teme a Virginia Woolf?, Bob Dylan triunfaba con “Blonde o Blonde” aclamado como uno de los mejores discos de la historia del rock.

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Ascendimos por una escalera que nos llevaría a una planta superior donde se acopla un mostrador, el taller, numerosos materiales, y a un lado su despacho. Allí concurrieron preguntas y respuestas.

¿Por qué Guarch?

He querido dar continuidad al apellido de mi madre que fue quién inició este hermoso viaje en 1957, trabajando en un atelier con mis tíos.

Su madre Isabel Guarch, joyera de profesión nacida en Tarragona y su padre Fernando Hernández, maître de profesión natural de Madrid, tuvieron dos hijos; Carlos e Isabel.

Si echáramos el tiempo atrás hasta conseguir dar con su infancia ¿Qué encontraríamos?

Una niña que cada mañana iba al Colegio Pedro Poveda del Rafal para asistir a clase. En aquella época era solo para chicas. Nos educaban en valores, en el horario de recreo parecía que salíamos al campo, un enorme espacio al aire libre. Me agradaba la cercanía con el profesorado. Yo era tímida e introvertida y me mantenía en segundo plano. Los números, las matemáticas no eran lo mío, era más de historia, naturaleza, arte, ciencia, me llamaba la atención la química y los laboratorios. De pequeña me fijaba en la manera de vestir de las mujeres en las películas de romanos, sus túnicas, sus collares.

¿Cómo era el entorno familiar?

Hasta los ocho años vivíamos cerca de la Catedral y aunque era una casa bonita, le daba poco el sol. Convivía largas horas con mis primas, las hijas de mis tíos, propietarios de la joyería Conrado donde trabajaba mi madre. Me encantaba visitar el atelier, ver montar las piezas a los artesanos, el sonido de sus herramientas, las empleadas me trataban con cariño y de pequeña hacia de modelo improvisada y me probaban los diseños de nuevas joyas. Me regalaban piedrecitas que se convertían en mi tesoro. Era feliz en aquel escenario. Creo que el ambiente y las vivencias influyeron en mi subconsciente.

De manera cronológica nos adentramos en su adolescencia…

Habíamos dejado la casa del centro de Palma para instalarnos en la Torre del Fortí, un piso rodeado de luz. A los catorce años me inscribieron en el Colegio de Sant Francesc que empezaba a ser mixto, eran tiempos de cambios y en mi, afectaron positivamente.

Al acabar los estudios, no tenía claro lo que quería y me planteé estudiar bellas artes, al final decidí acudir a la Escuela de Turismo y en verano trabajar de azafata para una compañía chárter llamada Hispana.

¿Y qué tal fue esa experiencia?

¡Bien! Perdí la timidez, atendiendo y tratando con tanta gente. Trabajé durante seis meses y después dos años en Air Europa. Salir de Mallorca y visitar otros lugares me enriqueció, aunque en mi interior notaba que no me sentía satisfecha.

Al poco rato de comenzar la entrevista percibí estar frente a un espíritu sereno de expresión sobria y comedida. Y continuó con su relato…

Mi madre llevaba veintiocho años cuando dejó de trabajar para la joyería familiar y montó por su cuenta un taller en casa donde atendía a los clientes. Yo con veintiún años me incorporé al proyecto. Aporté mi primer ordenador, era el momento de modernizar ciertos aspectos. Pero además de ver y fijarme en cada detalle, de escuchar las enseñanzas y los consejos de mi madre, yo era consciente de la necesidad de ampliar mi formación y paralelamente al trabajo, estudié gemología en la delegación del Instituto Español de Gemología por el plazo de tres años. Superé el examen final en Madrid. Un profesional debe dominar cada una de las técnicas de la joyería y conocer las cualidades de los elementos, piedras preciosas, metales, brillantes, material de aleación, etc.

Posteriormente y con la intención de perfeccionar mis habilidades en el área del diseño, me inscribí en el Institut de Disseny Balear.

Entre los estudios y compartir con su madre las tareas de visitar los talleres y atender a los clientes, fueron incorporando paulatinamente el concepto del marketing, felicitando a los clientes en fechas señaladas o en navidades, y preparando alguna campaña publicitaría.

Fue determinante la figura de Bernat de Vidal de la Agencia Borbalán quien nos asesoró y aportó sus ideas y conocimientos, en comunicación, en marketing. En el año 2005 se extendía una tendencia en el mercado por valorar las marcas y en consenso apostamos por rediseñar un icono de nuestra cultura, la Cruz Mallorquina inspirada en la Cruz de Calatrava, una joya tradicional que se remonta varios siglos atrás. La campaña resultó un rotundo acierto.

Y después han emergido otras colecciones que ocupan un espacio de privilegio en su muestrario…

Sí, y todas ellas inspiradas en la cultura tradicional y el paisaje mediterráneo de las islas. Algunas han aflorado de la colaboración con otros artistas. Con la escritora María de la Pau Janer con quien me une amistad desde jóvenes ya que íbamos juntas al mismo colegio, nació “Noms” que se distingue por la aplicación arenosa que da textura a la gema. El artista Domingo Zapata se decidió por describir su emotivo sentimiento cuando piensa en Mallorca y surgió “Happy Heart”, así reacciona la felicidad de su corazón. La presentación se completó con un desfile en la ciudad de Nueva York.

La colección “Modernismo 1903” inspirada en el Gran Hotel de la Fundació La Caixa, las acículas de los pinos sirven para narrar la colección “Formentor”, un juego de colores rememora el rosetón de la Seu en “Llum”, la única moneda acuñada en Mallorca da denominación a la serie “Reial”, Estel, Almendro, Calobra, Olivo, Vents, Palma, son otros de los nombres elegidos por Isabel Guarch para sus diseños.

Para la empresa ha habido una labor fundamental que ha ayudado a difundir nuestra marca, ir de la mano de El Corte Inglés que desde siempre nos ha revelado su confianza.

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¿Cómo se elabora una joya, una vez que usted la ha diseñado?

En todo el proceso hay una labor de equipo, de buena sintonía, es imprescindible para el buen funcionamiento que todos los que participamos nos sintamos parte del proyecto. Se precisa de la intervención de varios artífices en la cadena de transformación de la pieza. Nuestra política de empresa es que en esta tarea colaboren artesanos de la isla, gente de nuestra máxima confianza con quien desde los bocetos y las maquetas, se revisa cada detalle. Cada uno de estos oficios maestros deben considerarse ancestrales; el sacador de fuego o fundidor a la cera perdida, el engarzador o engastador de joyas.

Posteriormente las joyas, anillos, pendientes, collares, pulseras, de oro, plata, rubíes, turquesas, zafiros, esmeraldas, regresan al taller de su creadora, para el último toque, embellecer, pulir y el visto bueno.

¿Qué ve cuando mira atrás?

Que mi oficio me apasiona. Hay madrugones, horas de desvelo, de trabajo y de inspiración, pero es que para mí, más que un negocio es la satisfacción de aportar nuestro compromiso, es nuestro reconocimiento a este oficio, a la distinción, a la belleza, a la historia.

Una reflexión nos hace viajar más de tres mil años atrás, cuando en el Antiguo Egipto ya se lucían joyas. En periodos de diversas épocas fueron perseguidas bajo el absurdo argumento de que representaban ostentación, y al mismo tiempo eran veneradas por quien ocupaba cierto rango, o abolengo, o estirpe. El caso es que a lo largo de la historia han seducido, han fascinado, han otorgado personalidad a quien las ha incorporado a su vestimenta o sobre su cuerpo. Existen piezas reconocidas como obras de arte; los huevos de de Pascua de Fabergé, L’Incomparable y su leyenda, la Perla Peregrina o el Collar de María Antonieta, o el anillo de Lady Di entre otras.

¿Cuáles son las exigencias de tener una puerta abierta al público?

Para mí, la responsabilidad, el respeto por el oficio, la labor de equipo, la fidelidad a tus clientas. Piensa que nosotros tenemos abuelas y madres que empezaron con mi madre y ahora sus hijas continúan confiando en nuestros artículos. Esas personas que tras probarse una joya y a veces han llorado de emoción, son parte de nuestra familia, nos visitan, nos recomiendan, su boca a boca es algo que no se puede valorar, sino es desde un prisma anímico. Son nuestro mayor activo.

Las creaciones de Isabel Guarch no solo se basan en los elementos más significativos de nuestra simbología, una vez que absorbe aromas, sonidos, sabores, visiones y traza un gesto de ingeniería artística, unas moléculas transparentes se expanden en forma del velo mágico que aparece en los amaneceres de Mallorca, plasmado por los pintores paisajistas que han sido hechizados por el encanto de este fenómeno. Cada gema está estudiada y dotada de una entidad propia, de una médula espinal para que nada quede al azar. El color, el equilibrio, la esencia, la textura, la inherencia.

Su madre fue la impulsora, usted es el presente, ¿En los proyectos de futuro también está la familia?

Hace siete años que murió mi madre y para mí sigue a nuestro lado, ella me hizo aprender a amar este oficio y eso es lo que me gustaría transmitir a mis hijos con su incorporación a la marca. Luis con sus trabajos de vídeo y de fotografía, Gonzalo que en sintonía a nuestras composiciones aporta un diseño inspirado en el hondero balear que se convertirá en la primera serie para hombre y está prevista presentar en primavera de 2023. Me siento orgullosa de haber compartido con mi madre la primera y la segunda generación y ahora con mis hijos, la tercera.

Nos levantamos y abandonamos su despacho. Nos ofreció una taza de café mientras la directora de taller interno, Lola Torres, nos mostraba el espacio donde se da por ejecutada la última acción.

Francisca pulsaba un clic para una postrera fotografía desde el exterior del edificio. Habíamos cumplido con el objetivo de incluir esta entrevista en nuestra también “colección” de testimonios, textuales y visuales.

Texto: Xisco Barceló

Fotografías: Francisca R Sampol

Colaboración especial, fotografías de J. Fernández Ortega

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