El macrojuicio contra los clanes de la droga empieza con tsunami de conformidades

Originalmente, la Fiscalía pedía penas que, en conjunto, sumaban 490 años y medio de cárcel, y multas que oscilan desde 1.200 euros hasta 1,2 millones, por delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.

El elevado número de intervinientes, entre acusados, abogados y personal de Justicia, ha llevado a celebrar el juicio con el uso simultáneo de diversas salas en la sede de la Audiencia. El público, incluida la prensa, no tenía permitida la entrada. La vista ha obligado a montar un dispositivo policial de seguridad en las inmediaciones del edificio.

DISTINTOS CLANES

El Ministerio Fiscal sostiene que los acusados se dedicaron a la venta de droga durante varios años hasta que fueron detenidos tras una investigación de la Guardia Civil. Los investigadores constataron que estas personas, relacionadas con distintos clanes de narcotráfico, se integraban en grupos que operaban tanto dentro de sus propios círculos como mediante conexiones entre sí.

Uno de los grupos es, según la Fiscalía, el 'clan de la Carmen', encabezado por la matriarca, C. S. H., con la ayuda de su hermana y sus hijas, y en el que se integraban varios de los acusados. El Ministerio Público sostiene que regentaban distintos puntos de venta de cocaína, heroína, marihuana y hachís en Palma.

ACTIVIDAD EN PALMA, INCA, ALGAIDA Y MARRATXÍ

La acusación sostiene que varios de sus miembros mantenían contacto con integrantes del 'Clan de Andújar', asentado en Son Banya, para aprovisionarse de droga. Al frente de este clan sitúa a C.A.M., y sostiene que daba instrucciones a su mujer desde la cárcel de Palma para dirigir la organización. Además, la Fiscalía también señala a miembros del 'clan de la Eva', el 'clan del Moreno', 'el clan del Seco' y el 'clan del Pitillo' dentro de esta estructura de contactos.

El fiscal detalla que, con esta red, la actividad de los clanes abarcaba no sólo Palma sino también otros municipios de la isla, como Inca, Algaida y Marratxí.

ATAQUE CON ARMA BLANCA CONTRA UN GUARDIA CIVIL

Por otra parte, uno de los acusados se enfrenta a un delito de atentado por abalanzarse con un cuchillo, durante un registro, contra un agente de la Guardia Civil. El arma blanca impactó en el escudo de protección del funcionario policial y, acto seguido, el sospechoso se refugió en una habitación de la vivienda, de la que finalmente salió esgrimiendo el arma. Sin embargo, la Guardia Civil logró reducirlo.

Varios acusados también se enfrentan a una condena adicional por posesión de armas. Concratamente, se intervino una pistola de nueve milímetros, que uno de los acusados había entregado a otro de los procesados antes de huir a Albacete, donde fue detenido. También se hallaron armas simuladas de tenencia prohibida en los registros domiciliarios.