¿Qué es Fábrica de Valientes?
Es un proyecto de vida en el que buscamos sacar al valiente que todos tenemos dentro, a través de cuatro ejes, que son la cultura del esfuerzo, el trabajo en equipo, la gestión de las emociones y el pensamiento creativo. Nuestro proyecto no sólo está dirigido a los niños y los jóvenes, sino también a los adultos.
¿Es una iniciativa sólo propia de Mallorca?
Yo creo que un proyecto como este no lo hay en la isla. También es verdad que desde hace dos años estamos haciendo bastantes colaboraciones fuera de Mallorca. Eso me encanta, porque estamos dando a conocer al mundo algo nacido en la isla. Ahora, por ejemplo, durante el confinamiento organizamos un "online camp", en el cual estuvimos trabajando con colegios de Argentina, Uruguay o Brasil, y estuvimos también conectando con muchísimas familias de la Península. Eran talleres de educación socioemocional gratuitos. Además, colaboramos de manera directa con la Fundación Créate, que está en Madrid, a nivel de proyectos de emprendimiento, de los cuales yo soy mentora. Asimismo, este año hemos empezado a colaborar con la Universidad de Deusto, con la que iniciaremos en septiembre un proyecto de profesores emprendedores, que es un proyecto de la Unión Europea en el que también participa la Universidad de Bolonia.
¿Cómo nació Fábrica de Valientes?
Surgió cuando nacieron mis hijos y me di cuenta de que el mundo necesita valientes. Bueno, ya lo sabía de antes, porque "valiente" es una palabra que en mi familia tiene mucho valor. Es una palabra que tanto mi padre como mi abuelo siempre me han inculcado.
"Necesitamos hoy en día más que nunca la flexibilidad, la colaboración y la pasión por las cosas"
¿Qué actividades llevan a cabo?
Por una parte, tenemos los campamentos de verano, centrados en los cuatro ejes que le he mencionado hace un momento, que además cuentan con una inmersión en inglés y un potente componente deportivo. Luego está el "Garaje Emocional", que es nuestro proyecto de invierno y que vendría a ser como un gimnasio de emociones, a través de un método muy práctico e innovador. Por otra parte, tenemos también talleres y actividades muy puntuales en diferentes épocas del año. Asimismo, está "Fábrica de Valientes Empresa", con propuestas concretas para gestionar mejor los equipos en el ámbito laboral. Y no quiero olvidarme de "Valientes por el Mundo", que es un programa diseñado con el sello de Fábrica de Valientes, para irse un año a Estados Unidos, para cursar ESO o Bachillerato. La diferencia de este programa con respecto a otros la marca la preparación a nivel personal que hacemos de los alumnos antes de que se vayan a Estados Unidos. Nosotros los preparamos a nivel de resiliencia y de actitud.
¿Quiénes imparten los distintos talleres?
Yo tengo ahí una premisa, que es que hay que ser valientes, pero no solos. Para mí es vital eso. En ese sentido, para impartir los talleres contamos con los mejores, es decir, con gente muy preparada y formada que comparte y apoya toda la filosofía de Fábrica de Valientes. En el caso de los campamentos, por ejemplo, normalmente es gente con titulación superior y con formación en tiempo libre. Ahora mismo, en los campamentos tengo una psicóloga, dos maestros, una médica o un licenciado en ciencia del deporte. Combinamos bastante ese tipo de formaciones, si bien yo creo mucho en las habilidades de la persona. Realmente, el título no hace a la persona. Por eso, es importante trabajar las habilidades personales.
¿Quiénes pueden inscribirse en los campamentos?
En los campamentos pueden inscribirse niños y adolescentes, desde los seis hasta los 15 años. La verdad es que el ambiente es espectacular. Las actividades que esos niños y adolescentes desarrollan allí son retos diarios de trabajo en equipo, con un programa de educación emocional específico para ese campamento, con dinámicas para cada día que siguen un itinerario. Y luego tienen un día entero en kayak, paddle surf, vela, tiro con arco y todas las actividades propias de un campamento. Al trabajar la parte emocional, realmente lo que buscamos es que cada niño se sienta protagonista y disfrute de una semana en la que llene su mochila de la vida de herramientas para lo que le pueda venir en el futuro. Para esto, nosotros tenemos en Fábrica de Valientes a una directora de felicidad, que conoce a cada familia antes del inicio del campamento.
"Desde hace dos años estamos haciendo bastantes colaboraciones fuera de Mallorca"
¿Cuáles son las previsiones de Fábrica de Valientes a partir del próximo otoño?
Está claro que, debido al coronavirus, ha habido una primera mitad del año muy diferente a la esperada inicialmente por cada uno de nosotros. Pero al mismo tiempo creo que eso nos ha ayudado a crecer como personas, a plantearnos muchas cosas y a tener más claro que nunca que la gestión de las emociones y tener unos valores claros ayuda en situaciones difíciles como esta. Nuestra idea es continuar este próximo otoño con la programación prevista, añadir un programa cuatrimestral y seguir con la idea del "online camp", para poder llegar a mucha más gente. También empezaremos a hacer actividades en Madrid, siempre y cuando el Covid-19 nos deje, pero si no, siempre nos reinventaremos. La ventaja de un valiente es que siempre mira hacia adelante, para y respira. También lloramos, como todos, pero es importante tirar hacia adelante.
¿Por qué son tan importantes las emociones?
Las emociones son importantes porque son el motor que nos mueve. Las emociones son las responsables de nuestras cuentas de resultados. Al final, nosotros nos comportamos en base a cómo nos sentimos. Por lo que respecta a la inteligencia emocional, es una herramienta para aprovechar el potencial que tenemos. El truco para aprovecharla bien es trabajarla y ponerle nombre a lo que sentimos. Eso es muy importante.
¿Cuáles son los valores esenciales para cualquier persona?
Hay unos cuantos valores que son atemporales, como la solidaridad, el respeto, la perseverancia o el espíritu crítico. Pero aparte, necesitamos hoy en día más que nunca la flexibilidad, la colaboración y la pasión por las cosas. Para mí, el valor más importante es la cultura del esfuerzo. Ahora bien, tanto si eres un niño de ocho años como un adulto de ochenta años, has de entender el motivo por el que te esfuerzas, porque eso es lo que te da el valor de hacerlo. Otros valores actualmente a destacar serían la gestión de la incertidumbre y el pensamiento creativo. Quizás no sean valores en sentido estricto, pero son imprescindibles para este siglo XXI. Por último, creo que hay que saber improvisar, adaptarse y tener una actitud proactiva.
"Para impartir los talleres contamos con los mejores, es decir, con gente muy preparada y formada"
¿Qué lleva en su mochila de "valiente"?
Llevo personas, que es lo mejor que tenemos. En esa mochila están mi marido y mis hijos, que son el motor que me empuja a mejorar cada día. También están mis padres, que son el mejor ejemplo. Y mis amigos, expertos en recordarme que si lo bueno se comparte, lo malo también.
Dígame, por favor, un truco para ser "valientes"...
El mejor truco para todo en la vida, que además mi familia lo lleva en el ADN, que es compartir esfuerzo y buen humor.