La investigación, llevada a cabo por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor, se inició tras la denuncia por parte del administrador de la gasolinera, ubicada en concreto en el Puerto de la Colònia de Sant Jordi.
El presunto autor es un trabajador -un hombre de 44 años- que al acabar su turno de trabajo y cuando la gasolinera ya estaba cerrada, se aprovechaba de su acceso a los surtidores para modificarlos y ofrecía la gasolina a un precio muy atractivo: un euro el litro. A cambio, exigía que el pago se hiciese únicamente en efectivo y sin ticket. Posteriormente, anulaba los movimientos registrados en los surtidores.
Los agentes solo han podido contabilizar los litros estafados este año, pero sospechan que llevaba más tiempo, aproximadamente desde el final de la pandemia. En total se habrían sustraído más de 54.000 litros este año, que si se hubiesen vendido a precio normal, suponen 90.000 euros.
Tras comprobar las cámaras de vigilancia e interrogar a varios testigos, la Guardia Civil ha concluido la investigación con la detención del operario por presunto delito de estafa continuada, junto a siete clientes que eran conscientes de la ilegalidad y a pesar de ello, se beneficiaban. Uno de ellos llegó a abastecerse de hasta 1.653 litros.