Ha convertido los conciertos '1 piano y 200 velas' en todo un clásico, ¿cómo surgió la idea?
Surgió a raíz de mi estancia de cuatro años en Holanda. Yo soy poco amante de la luz artificial y en Holanda la gente cuando llega a sus casas después del trabajo, sobre las seis y media, siempre se encienden una vela. Yo estaba muy a gusto estudiando en mi estudio de Holanda con dos velitas encendidas y se me ocurrió la idea de hacer un concierto acompañado de velas. ¿Por qué doscientas? No hay ningún motivo en especial, simplemente que a nivel estético queda bonito y consideraba que era un número perfecto para acompañar al piano.
Lleva ya muchos años con el proyecto.
La verdad que no sé ni cuántos, pero muchos. Este año estamos haciendo una gira de casi 40 conciertos por toda España y hemos agotado las entradas en todos; también en el de este martes en Port d’Andratx. Estoy muy feliz y contento.
¿Cómo definiría la experiencia que espera al público este martes en el Port d'Andratx?
Es un poco complicado autodefinir una experiencia que yo no voy a vivir como público; habría que preguntárselo a todos ellos. Después de tantos años, la gente viene y muchos repiten, por lo que imagino y espero que la experiencia es positiva. Yo lo defino como algo intimista en el que siempre interpreto mis piezas. Este año voy a interpretar piezas de ‘The Island’ (2013), ‘Pianographie’ (2017) y ‘Sous les étoiles’ (2019) -‘Bajo las estrellas’ en francés- que se está mezclando en estos momentos en Inglaterra. Es música muy cinematográfica, bastante visual. Esa música acompañada de un espacio mágico como es el faro y por doscientas velas, como única iluminación, hace que el espectáculo tenga un añadido.
Viaja por toda España con los conciertos y, en ellos, el entorno es un elemento clave. ¿Qué tiene que tener un lugar para ser perfecto?
He tenido la suerte de hacerlo, además en el extranjero, sobre todo en México. La verdad es que en España tenemos cantidad de enclaves que son espectaculares y que tienen mucha magia para poder desarrollar este concierto. El domingo, por ejemplo, lo hice en la estación de tren abandonada de Canfranc, que no había estado, y fue un concierto precioso, un espectáculo. Por ejemplo, el 3 de agosto estoy por tercera vez en el pueblo abandonado de Belchite. Lo hago en estaciones de tren, faros, cementerios, cementerios, desguaces de coches…, sitios con cierta magia y con la intención de sacar la música a otros espacios; no diría que para popularizarla sino para que la gente se anime un poco más. La verdad es que lo estamos consiguiendo y estoy contento con ello.
"Para los conciertos elijo sitios con cierta magia con la intención de sacar la música a otros espacios"
¿Cómo vive los momentos previos a un concierto?En realidad, después del ajetreo que supone preparar un concierto así y una gira tan larga, cuando me siento al piano es cuando estoy en el mejor momento, es como diciendo “por fin”. Nervios siempre tenemos porque si no, no seríamos humanos, pero con tranquilidad.
Lleva muchos años en el mundo de la música, ¿qué es lo más complicado de hacer de una pasión como la tuya una exitosa profesión?Complicado es todo, como en todas las profesiones, supongo, pero bueno…, en el mundo de la música y en este país más aún; de ahí la típica pregunta que te hacen cuando le dices a alguien que eres pianista y compositor y te dicen: ¿Y aparte de eso a qué te de dedicas? Es un poco la mentalidad. En España, desgraciadamente, tenemos una mentalidad en el que la gente piensa que muy pocos músicos pueden vivir de la música; y es que en realidad es así. Es una cuestión de sensibilidad y apreciación. Yo creo que, como en todas las cosas, para que algo así funcione tienes que tener mucha dedicación y constancia.
¿Tiene otros proyectos entre manos? Seguir con lo de ‘1 piano y 200 velas’ y a punto de sacar mi tercer disco, ‘Sous les étoiles’ (2019), grabado con Joe Dworniak, que es un productor con bastante renombre que ha trabajado con Michael Nyman, Paul McCartney, todos los discos de Jarabe de Palo en España, Kiko Veneno… ¡Un monstruo! Como digo yo.
"Mi mayor sueño sería que mi música acabase en películas bonitas"
¿Cuál es ahora su mayor sueño?
Que estas piezas acaben en películas bonitas, que todo el mundo las vea y escuche. Y si todo esto te lleva a ganar algún premio como mejor banda sonora sería precioso.
¿Cómo ve el panorama cultural en Mallorca? ¿Apoyan las Administraciones lo suficiente a los artistas?
De los cuatro conciertos que hago, te dejan el espacio. En cuestión de dinero no veo un duro, pero como los conciertos se llenan yo no reclamo nada. Pero si que es verdad que a la gente que empieza tendrían que ayudarles un poco más.