La barriada de El Vivero de Palma está sufriendo una verdadera epidemia de coches abandonados. Residentes y vecinos no paran de denunciar la presencia de estos coches que, tras ser abandonados, son objeto de robo de sus piezas, a lo que hay que sumar que estos vehículos reducen los de por sí pocos espacios existentes para poder aparcar en la zona. Los vecinos exigen a Cort una inmediata solución ante la saturación de vehículos abandonados.
El Vivero es una verdadera "jungla" de vehículos abandonados, bien porque sus dueños no desean pagar la tasa por dejar el vehículo en Son Toells o porque han sido sustraídos y dejados en esta barriada.
Los vecinos están hartos de que los pocos espacios libres que tienen para aparcar en esta saturada barriada estén ocupados por coches abandonados. Además, han denunciado que no solo se abandonan los vehículos, sino que los mismos son objeto de diversos robos de ruedas y otros elementos para posteriormente poder revenderlos.
La calle Gabriel Alzamora y adyacentes se han convertido en un vertedero de coches abandonados que nadie recoge ni traslada al depósito de vehículos.
Desde el Ayuntamiento de Palma se ha reconocido que los vehículos abandonados son una fuente de problemas por lo que se ha ordenado a la Policía Local que intensifique los controles para poder dar con los dueños de estos coches para que los retiren tras imponerles la correspondiente multa.
Otra de las zonas que periódicamente padece esta saturación de coches abandonados es el polígono de Son Castelló. Desde Asima se ha instado a Cort a que preste especial antención a esta problemática y acelere las actuaciones para la retirada de vehículos.
No obstante, esta retirada de vehículos no está siendo todo lo rápida que debiera pues se ha topado con los problemas que han surgido en el depósito de Son Toells que obligaron a cerrar provisionalmente las instalaciones. El Ayuntamiento de Palma invertirá cerca de 700.000 euros para mejorar y ampliar estas instalaciones.