Reaño es desde hace algo más de una semana nuevo presidente de la entidad. Conocido por su activismo a favor de una movilidad sostenible y por su participación en diversas plataformas para frenar la degradación del territorio. Desde Amics de la Terra hace hincapié en la necesidad de adoptar medidas de control ante la saturación turística en Balears que "colapsa las infraestructuras y perjudica la calidad de vida de los residentes".
"Necesitamos un Govern progresista fuerte, éste está siendo una decepción en materia medioambiental", y pone dos ejemplos: la respuesta "tibia" a la amenaza de la saturación -"hemos tocado techo poblacional"- y las apuestas por infraestructuras mastodónticas -"como la carretera Llucmajor-Campos, al estilo PP".
Reaño exige "valentía" y pide la aplicación urgente de una "planificación seria". "El número de turistas se tiene que controlar y los responsables políticos tienen que identificar las herramientas más funcionales para conseguirlo", señalan desde la entidad.
Además, desde la plataforma añaden que el crecimiento urbanístico "se tiene que acabar, sobre todo la construcción de nuevas viviendas de segunda residencia", algo que consideran "la medida más lógica para reducir el número de visitantes".
Amics de la Terra ha matizado que aunque se termine con el crecimiento urbanístico, sectores asociados a la construcción, tendrán mucho trabajo por delante en rehabilitación, reformas y mejora de la eficiencia energética de viviendas y hoteles.
Los ecologistas han recalcado que las islas "no son elásticas" y que actualmente, "los recursos naturales y las infraestructuras básicas no dan abasto".
Según denuncian, las carreteras, depuradoras y la disponibilidad de agua potable han superado sus límites, y con el sistema actual, "ampliando la oferta de hoteles, casas rurales, agroturismos, apartamentos turísticos y el alquiler de casas privadas, la situación de saturación empieza a afectar la calidad de vida de los residentes y del propio sector turístico".
Para los ecologistas, ante esta situación sólo hay dos opciones: "Seguir como si no pasara nada, o cambiar las tendencias para mantener un mínimo de calidad de vida, y a la vez, salvaguardar el futuro de nuestros hijos".