La sostenibilidad medioambiental es uno de los cuatro grandes ejes de la Ley general turística, normativa pionera en el contexto del sector vacacional que establece una serie de medidas de obligado cumplimiento que implican a la práctica totalidad de la cadena de valor que forma parte del motor económico de las islas. Una de las actuaciones contempladas en este campo específico es la sustitución, en los establecimientos de alojamiento, de las calderas de fuel-oil por modelos más respetuosos con el entorno.
De esta manera, la Ley prevé una alternativa encaminada al objetivo de erradicar el uso de una de las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero en los alojamientos, con cifras que superan las 57 toneladas de CO2 al año.
La sostenibilidad medioambiental es uno de los cuatro grandes ejes de la nueva Ley General turística de Baleares, que permitirá consolidar el compromiso de las islas, desarrollado ya durante estos últimos años, como territorio pionero y experto en materia de promoción de un tejido productivo sostenible desde una triple vertiente social, medioambiental y económica.
El texto normativo contempla otros tres pilares neurálgicos: la sostenibilidad social, la sostenibilidad territorial y la modernización y simplificación administrativa.
AYUDAS DIRECTAS
Para llevar a buen puerto esta hoja de ruta, el Govern de les Illes Balears, a través de la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball i la Agència d’Estratègia Turística, ha elaborado la Ley general de turismo, que contempla 60 millones de euros en ayudas directas destinadas a apoyar al sector turístico en su proceso de transformación hacia la excelencia.
Dentro del apartado dedicado a la sostenibilidad medioambiental, la promoción del producto local es otra de las prioridades de la Ley, fijando, a este respecto, fórmulas de trazabilidad del pescado y marisco de Baleares.
AHORRO DE RECURSOS HÍDRICOS
Al mismo tiempo, se priorizarán los instrumentos que redunden en un ahorro efectivo de recursos hídricos, y se prohibirá la utilización de ‘amenities’ desechables, salvo que constituya una petición expresa del cliente y que los recipientes respondan plenamente a la consigna de la reutilización.
Cabe recordar que el término ‘amenities’ engloba aquellos productos que los hoteles facilitan a sus huéspedes para hacer más confortable su estancia, como jabones y geles de baño o incluso una copa de cava en señal de bienvenida.
Paralelamente, la Ley introduce la prohibición rigurosa de hacer uso de especies que entran de lleno en la categoría de ejemplares amenazados.
PLAN DE CIRCULARIDAD
Otro elemento crucial de la normativa es el Plan de Circularidad, englobado también en el eje sobre sostenibilidad medioambiental. No en vano, de los 60 millones de euros en ayudas directas contempladas en el texto, 45 van orientados a la circularidad.
En este sentido, Baleares se convertirá en el primer destino que exigirá a las empresas disponer de este tipo de herramientas orientadas a fomentar implantación de la circularidad.
De esta manera, la adaptación estratégica a este plan será un requisito obligatorio para los establecimientos de alojamiento hotelero y los apartamentos turísticos, así como para los agroturismos y los hoteles rurales.
EVALUACION DE LA GESTIÓN DE RECURSOS
Esta exigencia implicará que estos negocios deberán realizar, todos los años, una evaluación de la gestión de los recursos y los residuos generados en el transcurso de la actividad productiva a partir de cuatro elementos (energía, agua, materiales y alimentos) cuyo consumo será analizado a partir de indicadores objetivos.
En función de este análisis pormenorizado, las empresas deberán elaborar, en periodos de cinco años, un documento de planificación que estipularán los objetivos de reducción de estos consumos y las inversiones, prácticas y protocolos necesarios para lograr estas metas.
Paralelamente, la Ley turística recoge el mandato expreso a la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball para que elabore un Plan Estratégico de Destino Circular. Este texto actuará como hoja de ruta dirigida a identificar la política general del Govern con vistas al proceso de transición a la economía circular.
LEY TURÍSTICA
La sostenibilidad medioambiental es, por tanto, uno de los grandes ejes de la Ley turística balear. Como motor de riqueza en el archipiélago, el turismo y su cadena de valor constituyen la punta de lanza de esta apuesta balear por un nuevo enfoque de las relaciones entre proveedores y clientes, y también entre las empresas y sus trabajadores.
Desde la Agència Estratègica de Turisme de les Illes Balears (Aetib), como departamento nuclear de las políticas turísticas a nivel autonómico, se ha destacado la necesidad de “dar un paso más” en el camino de ratificar el liderazgo de las islas en el sector, y hacerlo a partir de una Ley que centra su radio de acción en la experiencia de los visitante, la calidad en las condiciones laborales y el respeto al bienestar de la población residente.
TRANSFORMACIÓN DEL MODELO
Diseñada desde esta triple perspectiva, la nueva normativa autonómica hará posible que Baleares lidere la transformación y modernización del sector vacacional, extendiendo sus efectos positivos en el conjunto de la sociedad.
Esta meta neurálgica se concreta, en la Ley, a partir de un modelo turístico de colaboración capaz de incidir en un crecimiento económico inclusivo y sostenible para tender hacia el fortalecimiento de una oferta turística de calidad que destierre la denominada ‘demanda de excesos’ y sitúe como epicentros la conservación y divulgación del patrimonio y el respecto al bagaje ambiental y cultural de cada una de las islas que integran el archipiélago.
SANCIONES
El texto contempla diferentes sanciones económicas en función del tipo de infracción que se cometa.
De esta manera, en el caso de que no se pueda presentar la documentación acreditativa en torno al Plan de Circularidad, equivalente a una multa de 100.000 euros, mientras que la no observancia de la obligación de especificar el origen balear de peces y mariscos en las cartas del restaurante, obligará a afrontar un desembolso de hasta mil euros.
En cuanto al resto infracciones, las sanciones oscilarán entre los cuatro mil y los 40.000 euros.
A tenor del marco de atribuciones en el sector del turismo, la Ley advierte de que cada uno de los gobiernos insulares es competente en sus respectivos territorios a la hora de iniciar y resolver los procedimientos vinculados al incumplimiento de la normativa, imponiendo los requerimientos económicos que sean preceptivos.
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