
La princesa
Charlène de Mónaco está
esperando gemelos, fruto de la relación que mantiene con el príncipe
Alberto II de Mónaco. Un par de bebés los cuales serían niños, algo que puede
complicarle las cosas al príncipe a la hora de elegir sucesor. Era el periodista
Derek Watts, íntimo amigo del padre de Charlène, quién en un descuido revelaba que la princesa
esperaba dos bebés en vez de uno.
Poco más se sabe del embarazo, el cual la princesa ha dejado ver de vez en cuando
en alguna que otra aparición pública. Como decimos serán dos los hijos a los que traiga al mundo y aunque pueda parecer una complicación a la hora de elegir quien será el heredero del trono monegasco, el monarca
puede tener ya preparado su as en la manga.
"Quiere espererar a que los niños
tengan seis años como mínimo, para elegir a cual de ellos
nombra sucesor, en función de sus
cualidades. Si es necesario
modificaría la ley para que así sea", explican fuentes cercanas al príncipe y que recoge el diario
El Mundo. La ley de Mónaco da
prioridad a los barones para que sean herederos, con la llamada
Ley Sálica, sin embargo, los gemelos serán niños y la duda está servida de cual sería el primogénito, ¿el que nace antes o el que sale el último?
Por lo tanto la solución será cambiar la ley para nombrar como heredero a aquel niño
que tenga más aptitudes como heredero que el otro, según explica el abogado
Javier Timermans para el diario
El Mundo. Veremos a ver que pasa pero está claro que el príncipe Alberto II de Mónaco quiere que el hijo que sea nombrado se haya ganado este derecho por mostrar sus aptitudes para ello, pero para verlo aún falta bastante tiempo.