Una protesta con escasa asistencia que resta credibilidad a CCOO y UGT

Un centenar de personas se congregaron este domingo en la plaza de Cort de Palma, convocadas por los sindicatos CCOO y UGT, para protestar contra el rechazo de la derecha al decreto ómnibus del Gobierno de PSOE y Sumar. Con la excusa de la defensa de los derechos sociales incluidos en aquella norma que no logró el respaldo del Congreso para su convalidación, las organizaciones sindicales mayoritarias se alinean con el Ejecutivo y salen a la calle para criticar a la oposición parlamentaria.

Tradicionalmente, los sindicatos han sido actores clave en la defensa de los derechos de los trabajadores, manteniendo una postura crítica y exigente frente a los gobiernos de turno, independientemente de su signo político. Sin embargo, en esta ocasión, la protesta celebrada en 50 ciudades de todo el país, se dirigió contra partidos de la oposición, específicamente PP y Vox, debido a su rechazo inicial al decreto ómnibus que incluía medidas sociales como la revalorización de las pensiones y bonificaciones al transporte público.

La protesta sindical carece de sentido, por cuanto el PSOE logró un acuerdo con Junts per Catalunya para respaldar un nuevo decreto ómnibus recortado, que recoge las medidas que concitan el consenso y que excluye aquellas en las que persisten las discrepancias políticas. De ahí la escasa asistencia de trabajadores a la protesta celebrada en Palma.

La actitud sindical es una humillante y escandalosa sumisión al Gobierno actual, lo que les resta credibilidad

Resulta preocupante que los sindicatos, en lugar de centrar sus esfuerzos en combatir problemáticas que afectan directamente a la clase trabajadora, como la subida del IVA de productos básicos o los salarios bajos, se movilicen contra la oposición, responsabilizando a la derecha por no respaldar al Gobierno, cuando no consta que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya movido un dedo para lograr el apoyo del PP al decreto ómnibus. La actitud sindical es una humillante y escandalosa sumisión al Gobierno actual, lo que les resta credibilidad como agentes sociales.

La utilización de decretos ómnibus por parte del Gobierno, que agrupan diversas medidas en un solo paquete legislativo, se debe en parte a la falta de aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Responsabilizar de ello a la oposición es de un cinismo que asusta.

Es esencial que los sindicatos recuperen su papel reivindicativo e independiente, manteniendo una postura crítica frente al poder. Su docilidad y sumisión al Gobierno, convocando movilizaciones sin sentido, sólo para reforzar el discurso oficial, contribuye a debilitar su legitimidad en la defensa de los derechos laborales y sociales.